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SEGUNDA | Primer triunfo azulgrana en Ipurua

El Eibar apura esta vez para darse un alegrón

Urko Vera, que acababa de entrar en el campo, marcó en el último minuto.

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EIBAR  1  -  CÓRDOBA   0

Amaia U. LASAGABASTER

Si la semana pasada se le atragantó el último minuto, el Eibar apuró esta vez para darse un alegrón. Cuando, visto lo visto, ya se aceptaba el empate a cero como un buen resultado, Urko Vera amortizó sus 240 segundos sobre el césped de Ipurua cabeceando el primer gol azulgrana de la temporada en su estadio, que además dio también al Eibar la primera victoria del curso al calor de su afición.

Triunfo mínimo en guarismos, pero inmenso en consecuencias -además de las anímicas, especialmente importantes en una semana con tres compromisos entre Liga y Copa, el cuadro armero se acomoda en la zona ancha de la clasificación- y también en preparativos. Porque junto a la hora y media de cocción, el Eibar necesitó muchos ingredientes. Y en altas dosis, sobre todo de esfuerzo y concentración, para no ceder un ápice ante un Córdoba que llegaba a Ipurua invicto, que solamente había encajado un gol en las tres jornadas anteriores -curiosamente ante el Alavés- y que dedicó tanto empeño como su anfitrión a pelear por los tres puntos.

Un choque de trenes que deparó un encuentro poco pródigo en llegadas al área pero de muchísima intensidad. Decantado de inicio del lado visitante, que se sintió más cómodo en un césped en el que sigue sin conocer la victoria y sobre el que marcó ritmo e iniciativa. En un cuarto de hora, los andaluces ya habían forzado tres córners ante un Eibar al que le costó equilibrar sus fuerzas, dedicadas casi exclusivamente en el primer tramo del choque a correr detrás del balón, casi siempre en pies de los verdiblancos.

Con el paso de los minutos, la balanza se fue equilibrando hasta el punto que el Córdoba también comprendió que cualquier error podía resultar definitivo.

La mejoría se intensificó tras el descanso. Gaizka Garitano retocó su plan inicial reforzando el centro del campo y su equipo lo agradeció. No parecía, sin embargo, y pese a un par de sustos considerables en ambas áreas, que el partido fuera a romperse. Incluso parecía lo más justo que armeros y verdiblancos se repartieran los puntos.

Pero la justicia en fútbol se mide en aciertos, errores y, sobre todo, goles. Que pueden llegar en cualquier momento. También en el último minuto. A veces para provocar lágrimas, como hace una semana en Las Palmas, y otras sonrisas, como ayer en Ipurua. Levantaba el cartelón el cuarto árbitro anunciando los tres minutos de prolongación cuando Urko Vera, que apenas llevaba cuatro, 240 segundos, sobre el campo, se elevó para culminar un buen contragolpe colectivo con un cabezazo preciso. Los tres puntos, esta vez sí, se quedaban en el casillero azulgrana.

«Hemos demostrado que podemos competir»

Casi tan exhausto como sus jugadores compareció en rueda de prensa Gaizka Garitano, fiel reflejo de lo intenso que había sido el choque.

«Mucho -reconoció-. Ha sido una victoria muy, muy trabajada contra un muy bien equipo. Nos ha exigido mucho, nos hemos tenido que dar una paliza porque el más mínimo error nos habría costado un gol».

Pero esta vez «hemos tenido la suerte que nos faltó el otro día», como premio a un equipo «comprometido, en el que todos se dejan la piel, y que también tiene su calidad». Y, sobre todo, que «ha demostrado que podemos competir con cualquiera». A.U.L.

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