La etapa Tour de la Vuelta, la más dura con diferencia por el recorrido y por las secuelas de la jornada terrible de Andorra de la víspera, no marcó diferencias y los cinco primeros de la general llegaron con el mismo tiempo a la meta de Peyragudes tras 225 kilómetros durísimos y quince de carrera neutralizada.

La jornada pirenaica preparada para homenajear al Tour por su edición cien tuvo como ganador a Geniez (FDJ), por delante de Scarponi (Lampre) y Roche (Saxo), que desbancó de la sexta plaza de la general a Pinot.

Había expectación por ver una jornada impropia para la Vuelta, que acostumbra a encadenar etapas sin dureza intermedia y un final en alto. La de ayer era una jornada propia de Tour, con cuarto puertos de Primera de la dureza de Cantó, La Bonaigua, Balès y Peyresourde-Peyragudes. Entre los cuatro sumaban 80,3 kilómetros de subida y 4.145 metros de desnivel.

A esa dureza se sumaban las condiciones climatológicas adversas, aunque sin ser equiparables a las de la víspera, y el desgaste que provocó la etapa de Andorra. Pero la jornada reina no decidió nada porque los dos hombres más fuertes, Nibali y Horner, están muy igualados como para pelearse en un puerto final que no era duro y no necesitan distanciar a los demás.

Por eso no se exprimieron, se limitaron a tantearse para comprobar que respondían a sus aceleraciones, y eso permitió a Valverde, Joaquim Rodríguez y Pozzovivo llegar a la meta con ellos. Solo Nicolas Roche quiso resarcirse tras su mal día de Andorra y aprovechó el gran trabajo de Saxo Bank para marcharse en la penúltima subida de Balès. Con la ayuda de Zaugg primero y de Majka después consiguió llegar a la meta con 13 segundos sobre los cinco primeros de la general y 38 a Thibaut Pinot, al que arrebató el sexto puesto. Samuel Sánchez también subió hasta la novena plaza.

Exhibición de Geniez

Si la etapa de los favoritos se caracterizó por la igualdad, en la fuga que decidió la victoria Alexandre Geniez fue el más fuerte con diferencia. Se marchó con Cardoso en la penúltima ascensión de Balès, lo distanció en el descenso y llegó a la meta de Peyragudes con solo un minuto menos de los que disponía sobre los favoritos antes de estas dos subidas a pesar de las aceleraciones de los elegidos y de que estuvo 200 kilómetros fugado.

El francés del FDJ fue uno de los 28 corredores, con cuatro vascos -Landa, Nieve, Verdugo y Garate-, que se marcharon por delante en la primera ascensión del Cantó. En la segunda de la Bonaigua se quedaron en cabeza Barguil (Argos), Geniez y De Greef (Lotto), a los que luego se sumaron Cherel (Ag2r), Cardoso (Caja Rural) y Edet (Cofidis). En la tercera de Balès se marcharon Geniez y Cardoso y por detrás saltaron Scarponi (Lampre), Herrada (Movistar), Arroyo (Caja Rural), Majka (Saxo), Caruso (Katusha) y Garate (Belkin), pero el más fuerte de este grupo, Scarponi, no pudo acercarse nunca a Geniez, que completó una gran jornada para el FDJ, que también ganó ayer con Bouhanni el G.P. Fourmies.

Dos victorias que demuestran la buena progresión del equipo francés, que ya lleva dos en la Vuelta con Barguil y Geniez, dos jóvenes que curiosamente pasaron a profesionales en Holanda en el equipo Skil-Argos. Geniez lo hizo en 2010 tras ganar el año anterior con La Pomme Marseille la Ronde d'Isard y una etapa del Giro del Valle de Aosta. Tras tres años en el equipo holandés, con el que corrió dos Tours, ha pasado esta temporada al FDJ. Fue 44º en la ronda francesa y logró ayer su triunfo más importante en unos Pirineos en los que demostró su nivel como escalador al acabar segundo la Ruta del Sur en 201o con 22 años.