El grupo D se presentaba como el de la muerte, pero nadie hubiera imaginado que sus efectos serían tan devastadores. Turquía caía el sábado ante Grecia y sellaba su eliminación, mientras que ayer era Rusia la que seguía los pasos de la selección otomana por la puerta falsa.

La eliminación turca, pese a su triunfo ayer ante Suecia, merece un corolario, que es el que denota el pésimo ambiente entre sus jugadores. Uno de los descartados, Enes Kanter, se descolgaba en su cuenta de twitter con una inervención burlesca hacia sus compañeros, aunque luego intentase rectificar aduciendo que las risas que «twitteó» fueron «idea» de su hermano Kerem, internacional u18 con la selección otomana -y campeón de Europa, por cierto-.

El propio seleccionador, Bogdan Tanjevic, sustituyó el entrenamiento del sábado por una charla de media hora para tratar de recomponer mentalmente un grupo tan talentoso como falto de unión y sentido común. El mito del monstruo de Frankenstein golpea de nuevo a un seleccionado tan prometedor como calamitoso.

Mientras, Rusia seguía ayer el camino de los turcos al caer por 86-83 tras dos prórrogas ante Finlandia. La rodina ha sido un desastre desde el principio, con seis bajas de hombres clave -Kirilenko, Khriapa, Mozgov, Kaun, Bykov y Vorontsevich-, un cambio de seleccionador de última hora -Katsikaris ahora debe estar agradecido- y un rendimiento bajo de sus hombres. Ante Finlandia, con todo, Shved mostró esa faz de «doctor Jekyll y Mr. Hyde» que desnuda el horror ruso. Logró 25 puntos y los fineses jamás lograron pararlo. Pero a falta de cuatro segundos, con 67-65 en el marcador ante una Finlandia que sacaba bajo su canasta porque se quedó sin tiempos muertos, el jugador de los Wolves de Minnesota hizo una falta absurda que el exbaskonista Mottola no desaprovechó desde «la distancia de la caridad». A partir de entonces, aunque Monya y Fridzon lograron que hubiera un segundo tiempo extra, Finlandia tomó la iniciativa y se llevó un partido que le hace concebir esperanzas para seguir en el Eurobasket. A más de uno le quedaron las ganas de enviar a Shed a Siberia.

Grupo A. Esperanzas que comparte Gran Bretaña, después de batir a Alemania por 81-74. El trío compuesto por Lawrence -23 puntos-, Clark -17- y Hesson -21 y 11 rebotes-, superó a una Alemania en la que solo Pleiss, con 20 tantos y 14 rechaces, dio la talla.

28 puntos de Parker supusieron la primera derrota de Ucrania, que caía 71-77, mientras que Israel al fin sumó un triunfo al derrotar a Bélgica por 87-69.

Grupo B. Serbia y Lituania se destacan, mientras que Bosnia toma aire a costa de Macedonia y Montenegro, que quedan eliminadas. Los de Dusan Ivkovic pudieron con Letonia -80-71- gracias a los 25 puntos de Nenad Krstic. Pese a los 18 tantos de Janicenoks, los bálticos siempre fueron a remolque por culpa de los 11 tiros libres que fallaron. Mientras, los macedonios veían cómo los 42 puntos combinados por Teletovic -22- y Djedovic -20-, superando la descalificación por técnicas de Aza Petrovic, los mandaba a la calle en un partido lleno de nervios en el que ganó el menos malo: 62-54.

Montenegro también quemó su último cartucho al forzar la prórroga ante Lituania, gracias a un triple de Rice a 10 segundos. Sin embargo, en el tiempo extra Seibutis se destapó con cuatro puntos de oro, Valanciunas se hizo el amo de los tableros y Darjus Lavrinovic remató el 77-70 final con un triple.

Grupo C. La selección española ganó «solamente» de 36, 53-89, porque al final del tercer período lo hacía de 46. La defensa hispana volvió a secar por completo a su rival, pero esta vez su ataque funcionó mucho mejor. Hasta cinco jugadores lograron 11 puntos o más, logrando hasta 12 triples los pupilos de Orenga.

Por otro lado, Croacia infligió en la prórroga la primera derrota del torneo a Eslovenia, a la que batió por 74-76, con Bogdan Bogdanovic como estrella dálmata con 24 puntos y 7 rebotes. Pero fue Rudez, con dos triples en el tiempo extra, quien acabó siendo uno de los héroes. Este triunfo dificulta mucho el camino a la República Checa, pese a su victoria por 95-79 ante Georgia, con unos enormes Satoransky -20 puntos- y Vesely -con 27 tantos y 10 rechaces-.

Grupo D. Mientras Turquía derrotaba a Suecia por 74-87, Italia conquistaba el liderato de su grupo al batir por 72-81 a Grecia. Belinelli, con 23 puntos, recuperó su acierto, muy bien secundado por Datome -19- y Gentile -16-. Un parcial de 18-27 en el tercer cuarto decantó el duelo en favor de los de Pianigiani, por mucho que Nikos Zisis, 16 tantos, se empeñase en mantener la emoción hasta el final.