El ensayo general del viernes, el goteo constante de informaciones en torno al nuevo San Mamés o los nervios por una inauguración cada vez más próxima parecen haber eclipsado estos días que el nuevo estadio, como el otro, acogerá partidos de fútbol profesional entre dos equipos que solo pensarán en hacerse con la victoria.

En este caso Athletic y Celta, dos escuadras que han comenzado el curso bonitamente y en las que es innegable la ilusión -sobre todo, claro, en el bando rojiblanco- por participar en una cita histórica, pero en la que se tiene muy claro que con los tres puntos, su nombre quedará más lucido en los libros.

En el caso de los bilbainos supondría el reencuentro con la victoria tras el varapalo del Santiago Bernabéu, donde no solo volvieron a caer con un resultado contundente, sino que su imagen dejó bastante que desear. Tanto como para que Ernesto Valverde destacara que la derrota hubiera resultado mucho más dolorosa por las formas que por el fondo. Así que, aunque tanto los seis puntos que se habían acumulado previamente como los preparativos para el gran día hayan ayudado a sobrellevarlo, en el plano extrictamente deportivo el parón liguero se ha hecho largo. Y repleto de autocrítica, que se ha escuchado en cada comparecencia de los futbolistas rojiblancos.

También en la que ofrecía ayer Andoni Iraola, que admitía que «tenemos muchas cosas que mejorar y yo creo que hemos sido todos claros en ese sentido», aunque tampoco quería flagelarse en exceso. «Es normal, al final esto no ha hecho más que empezar -recordó-. Tenemos que seguir mejorando. Somos conscientes de que tenemos que ir para arriba y también de que con resultados buenos es mucho más fácil el proceso». Entre los aspectos a corregir, y pese a reconocer que «siempre tienes que mejorar en todo», destacó que «durante muchas fases hemos perdido el control de los partidos. Tenemos que intentar que no haya períodos tan largos donde estemos a merced del contrario y, sobre todo jugando en casa, ser nosotros los que mandemos y marquemos el ritmo», subrayó.

Precisamente en casa, en la nueva casa del Athletic, se disputa este próximo partido. Y el usurbildarra tiene claro que no hay mejor manera de contribuir a la fiesta que ganando. «Los puntos siempre son importantes. Al margen de que sea un partido histórico, los tres puntos son vitales para nosotros y queremos sumarlos para seguir arriba en la clasificación. Pero además es histórico, sea cual sea el resultado va a quedar ahí y con más razón queremos que sea una victoria nuestra».

No será fácil, advierte Iraola, ante un Celta que con Luis Enrique al mando ha comenzado la temporada de forma muy diferente a la anterior. Y que, de momento, ha saldado su único desplazamiento con victoria. «Con la llegada del nuevo entrenador han cambiado un poco la idea de juego que tenían -explicó-. Están intentando salir con el balón jugado desde atrás, han fichado jugadores que el técnico conocía de la Masía y con los que tiene confianza, han fichado jugadores arriba que están dando rendimiento... Están jugando bien y está claro el equipo tiene buena pinta».

Sonoridad

El lateral rojiblanco, por otro lado, no pudo evitar referirse al nuevo San Mamés tras el ensayo general de la víspera, en la que reconoció que sus impresiones cambiaron respecto a la primera sesión que el equipo, a puerta cerrada, había realizado en el estadio. «Habíamos entrenado antes pero siendo de noche, con toda la gente... cambia mucho. Es un estadio muy bonito, eso ya lo sabíamos, y lo que me llamó la atención esta vez fue la sonoridad. Se escucha mucho a la gente, en cuanto el público empieza a animar, supongo que por cuestiones de acústica, se escucha mucho desde el césped. Estamos encantados con el campo», aseguró Iraola, que también destacó la cercanía del público. «Probablemente en cuanto a metros, por temás de seguridad y demás, ahora está más lejos que antes, pero yo ayer tenía la sensación de que la gente estaba muy encima. Da la sensación de ser bastante vertical y sientes a la gente cerca».

Iraola, por otro lado, reconoció que en el vestuario «hemos hablado» sobre la conveniencia de comenzar el partido atacando en una u otra portería, pero todavía no está decidido «y tampoco lo diríamos para que no lo sepan los del Celta», sonrió el lateral, que no concedió excesiva importancia a la identidad concreta del que será el primer goleador del nuevo estadio. «A todos nos haría ilusión, es importante, aunque supongo que otros tendrán más oportunidades que yo. Lo que quiero es que lo marquemos nosotros y ganemos el partido», subrayó.