ELA salió al paso ayer de las declaraciones positivas de las haciendas forales sobre la evolución de la recaudación y añadió que el incremento «es temporal y se debe a medidas injustas, como la subida del IVA o la aprobación de la actualización de balances, que permite a las empresas pagar una cantidad de impuestos ahora para ahorrarse mucho más en el futuro».

Anticipa que en el tramo final de este año «no ocurrirá lo mismo, porque se agotarán los efectos de las medidas». Por eso, la central que lidera Adolfo Muñoz, Txiki, reclama «un cambio radical de la política fiscal» y que «se luche contra el fraude».

La central desvela los entresijos de esas mejoras que han permitido mayores ingresos por el momento a las haciendas forales. «El Gobierno de Rajoy modificó el Impuesto de Sociedades para posibilitar la actualización de balances a las empresas. Posibilita -dice ELA- una mayor recaudación inmediata con las empresas que regularizan sus patrimonios, a cambio se pierde recaudación en el futuro, en los próximos años».

Las haciendas forales «hicieron un seguidismo respecto a esta regularización de Madrid», como indica la central sindical, y adelantó con un ejemplo lo que supone en el caso de la multinacional eléctrica vasca Iberdrola. Advierte de que los datos que se han dado a conocer afectan al Estado español, porque no hay información para la CAV.

Así, Iberdrola que por esa actualización de balances ha pagado 326 millones y «se ahorrará con esa molificación en los próximos años más de 1.500 millones. Este hecho lo reconoce la propia empresa en su página de internet», explica la central sindical.

Por lo que indica que «se desconoce qué supone esa molificación para las haciendas vascas. A modo de ejemplo y siguiendo con Iberdrola ¿cuántos millones menos va a pagar Iberdrola en Bizkaia? ¿Cuántos millones menos van a pagar las empresas que han optado por esta fórmula?».

ELA manifiesta, por último, que las grandes empresas -«Iberdrola es una de ellas»- tributaron e el Estado español en el año 2011 un 4% cuando el tipo nominal ascendía al 30%. «La ingeniería fiscal que realizan, la deslocalización de beneficios a lugares con tratamiento fiscal privilegiado y las innumerables deducciones en ese impuesto obran ese `milagro'».