Ha llegado el día. Los máximos responsables del PNV y PSE mostrarán los entresijos de su pacto fiscal. Lo han mantenido oculto mucho tiempo. Es intolerable que se nos trate así. Aunque quizá ha estado escondido porque tiene poco que enseñar. Es una posibilidad que cada día y cada hora cobra más fuerza, porque sí desvelaron que en este próximo trienio van a conseguir 500 millones por año por medio de la reforma fiscal y de la lucha contra el fraude fiscal.

¿Es mucho dinero? Sí. Pero, ¿es el que toca? No. Es fácil. Ellos tienen los números y el poder, pero lo ocultan. Si se aplicara una presión fiscal similar, o mayor, a la media de la Unión Europea en las arcas de las haciendas forales vascas entrarían en torno a 5.000 millones más al año. Por lo tanto, 500 millones son un 10% de lo que se estaría recaudando si nos igualásemos con Europa. O, ¿es que no somos europeos? Entonces, ¿a qué viene esa tomadura de pelo del PNV y del PSE? Fácil. Ambos, junto al PP, fueron los que en época de bonanza redujeron los impuestos a la élite económica y empresarial. Los que retiraron el Impuesto de Patrimonio para restablecerlo dos años más tarde en una mala copia. Cuando los empresarios han despedido todo lo que han querido -y continúan- y el paro ha alcanzado cuotas de vergüenza nacional resulta que el bote, lo que todos pagamos, ha caído y, de repente, se han dado cuenta de que nos quedábamos sin ingresos.

En el sexto año de la crisis aparece la luz (propaganda) y algunos se dan cuenta de que hay que cambiar el signo de la fiscalidad, mientras tanto siguiendo los consejos de la élite económica y empresarial han recortado todas las conquistas sociales y laborales para dejarnos desprovistos de futuro y de dignidad. No lo van a conseguir, porque la fuerza el pueblo trabajador vasco reside en su lucha firme.

Del fraude fiscal, ¿qué podemos decir? Hay responsables de Hacienda que en vez de ponerse a trabajar en ello o aumentar el control a través de más personal, llaman a la ciudadanía a que haga su trabajo comunicando dónde cree que hay evasión. Pues sí que lo hay: un 20% del PIB, por lo menos.

Así es, 500 millones al año son pocos y no resuelven el grave problema social existente.