A la espera de conocer esta mañana el contenido íntegro del acuerdo entre PNV y PSE, ambos partidos coinciden en poner énfasis sobre los efectos positivos que tendrá. Los jeltzales insisten en presentarlo como «pacto de país», recurriendo a la terminología que patentó EH Bildu en la última campaña electoral al reclamar acuerdos amplios. Sin embargo, resultó clarificador que en un acto celebrado en el batzoki de Basauri ayer la presidenta del BBB, Itxaso Atutxa, instara a la militancia jeltzale a «hacer sitio en el corazón» y «mimar» ese acuerdo, con lo que dejó traslucir sus dudas sobre la opinión de las bases.

«Era necesario hacer algo y era mejor equivocarnos que no intentarlo», manifestó la presidenta del partido en Bizkaia, que comparó al acuerdo con «un recién nacido» que «nos hacía falta y viene a ayudar».

«Algunos dirán quizás que es poco, pero poco siempre es el doble de nada y si ese poco contribuye a ayudar a personas en apuros, ya será mucho», añadió Atutxa.

Acto seguido criticó a EH Bildu, porque «ha dado un portazo a este país al rechazar el pacto sin leerlo». Se da la circunstancia de que el acuerdo fue presentado cara a cara al PP este viernes, mientras que los representantes de la coalición soberanista y de izquierdas no han sido citados hasta mañana, después de la firma por tanto.

Por lo que respecta al PSE, José Antonio Pastor destacó ayer que gracias a ellos se han evitado los recortes en servicios públicos que afirma que pretendía el lehendakari. El miércoles, el diputado vasco Eduardo Madina llegó a decir que este consenso es lo más importante que ha pasado en el Estado en dos años.

Para su líder, Patxi López, el acuerdo «es una magnífica noticia para el país». No obstante, en la misma entrevista para ``El Correo'' se le escapó un reconocimiento de que las cosas no son tan estupendas como ambos partidos intentan reflejar, al admitir que «seguramente nos hemos quedado cortos» en las reformas de carácter fiscal.

Quiroga emplaza a Urkullu

Con todo, la mayor muestra de que el pacto PNV-PSE no ofrece gran novedad estriba en que el PP parece inclinado a converger de algún modo, aunque quizás no próximamente.

Desde Eskuernaga, la líder vasca del PP, Arantza Quiroga, tildó el acuerdo de «cortoplacista» pero se mostró dispuesta a llegar a algún tipo de entendimiento con el PNV para garantizar la estabilidad del Gobierno de Iñigo Urkullu y «marcar una nueva era en Euskadi».