Rinder Industrial trazó su «imperio» desde la localidad vizcaina de Forua, pero ahora ve como el esfuerzo de los más de 150 trabajadores se desvanece. Está en proceso de desmantelamiento, a pesar de que mantiene una parte de la producción y de la facturación y, en cambio, ha abierto una nueva empresa en Colombia.

Solo quedan 43 trabajadores en el centro de Forua y están a la espera de un juicio de un despido en octubre que puede m,arcar el futuro de si la empresa avanzará en un expediente de regulación para la plantilla o para una parte de los que allí quedan. Porque este año han despedido a seis trabajadores. «Aplica la legislación y los expedientes en plazo y va deshaciéndose de la plantilla», aunque trabajadores y sindicalistas mantienen que no cerrará la planta «por lo que supone. Quedará, si no la cierra, como un pequeño almacén y taller simbólico dentro de la Corporación Rinder».

Dedicada al diseño y fabricación de elementos de iluminación para la automoción, sobre todo motocicletas, fue un ejemplo de la internacionalización en la India, pero «la dirección no invirtió en Forua. Nos han dejado morir», así se refieren algunos trabajadores de lo que está pasando en este momento. Porque resulta que «tanto el Ayuntamiento como Sprilur realizaron un proyecto de ampliación de la fábrica de Forua, pero Rinder Industrial no siguió con el mismo», como reconoce el Consistorio vizcaino.

La realidad es que la dirección de esta pequeña multinacional decidió abrir un centro Rinder Lampsys en el Parque Tecnológico de Miñano en Araba. «En Forua los trabajadores tenemos más antigüedad. Y, sin embargo, en la planta de Gasteiz ha aplicado no el convenio del Metal, sino el de Químicas, que no tiene convenio provincial, con lo que se les aplica el estatal, que es lo más bajo de lo bajo. Esa es la razón».

Rinder Industrial era una de las más importantes no solo de Forua, sino de Gernika. «Hay que tener en cuenta que hemos pasado por esa empresa, la más importante de la zona, muchos vecinos de Forua y de Gernika. De padres a hijos, pero termina ya con nosotros», dijeron.

En declaraciones a GARA, lamentan el fin de esta empresa y recuerdan que se está desviando producción a otras plantas de la India, pero «no dan abasto». También recuerdan como para Forua se compró una máquina nueva de troqueles que costó más de 780.000 euros y se la vendieron a Lampsys al de cuatro o cinco años por 80.000 euros». Otra señal de la falta de interés desde la dirección de la empresa, que encabeza Fernando Echevarría, es que «una de las máquinas troqueladoras más modernas que tiene está parada porque está a falta de cambiarle una tarjeta, que cuesta 3.000 euros», denuncian los trabajadores. .

Sobre las cuentas de la empresa aseguran que los datos no se ofrecen. En 2008 la Corporación Rinder Industrial facturaba 36 millones. Ahora nos dicen que ha bajado, pero pagamos en concepto de servicio de gestión y producción a la Corporación en torno a los 1,2 millones cada año. En mayo de este año se traspasaron más de 100.000 euros a la corporación. La crisis afecta, sin duda, pero se mueve dinero», advierten. Porque este problema que se produce en Forua es que «están desmantelando empresa rentables» y solo tienen el propósito de ir «allí donde la mano de obra sea más barata para que la dirección obtenga mayores beneficios».