MURCIA 2

ALAVÉS 1

El Alavés tropezó con la piedra de casi todos los partidos y esta vez ni siquiera hubo punto con el que consolarse como en las últimas jornadas. A solo tres minutos del noventa, un error colectivo en la defensa de una jugada de estrategia dejó a los gasteiztarras sin el empate al que, como mínimo, se habían hecho acreedores a lo largo de un encuentro que incluso tuvieron la posibilidad de ganar.

Pero no lo hicieron y los errores, tanto en la portería rival como en la propia, se pagan caros en la categoría de plata. De ahí que, pese a que las sensaciones que ha ofrecido la escuadra gasteiztarra en casi todas sus comparecencias no hayan sido malas, los resultados dejen mucho que desear. Tres empates, tres puntos, en cinco partidos. Un ritmo muy alejado del necesario para certificar la permanencia y que, de momento, coloca al Alavés en puestos de descenso, en vísperas de que llegue a Mendizorrotza un Sporting lanzado. Claro que los optimistas también tienen argumentos a su favor. Y es que la línea ascendente que viene marcando el juego de los albiazules desde que arrancó la temporada, debe acabar por dar sus frutos.

No lo hizo en la Nueva Condomina, a la que el Alavés llegaba con el empujón moral, aunque también con el cansancio acumulado, de su victorioso debut copero. Protagonizó allí un primer tiempo sin demasiada historia, en el que el Murcia accedió a llevar la iniciativa por su condición de local, aunque con lo justo para cubrir el expediente. Pese a lo cual las ocasiones, pocas y precedidas siempre por errores del rival, se repartieron con bastante equidad entre ambas escuadras. La primera fue para los albiazules, con un balón bien peleado por Ion Vélez que remató Viguera para que Truyols despejara bajo palos. La respuesta local llegó en un córner que Acciari remató a la madera o, poco antes del descanso, con un balón de Albiol que Kike García tocó lo justo para descolocar a Goitia, aunque no lo suficiente para entrar.

Un golpe con réplica

Tras el descanso, el Murcia pareció meter una marcha más. Por primera vez en todo el partido empezaba a sufrir el Alavés, que a los ocho minutos de la reanudación encajaba el primero. Fue Luciano el que acabó introduciendo en la portería gasteiztarra un servicio de Dos Santos rematado por Saúl.

No se lo tomó nada bien el equipo de Natxo González, que se dispuso a buscar la remontada. Amagó Viguera tras otra buena asistencia de Ion Vélez y, casi de inmediato, repitió el navarro para pelear un balón que sirvió a Guzmán y acabó convirtiendo en el empate Manu García. Con el empate de vuelta en el luminoso el Alavés se sintió cómodo, a la espera de un contragolpe que le permitiera ajusticiar al Murcia. Y bien que pudo hacerlo Guzmán, tras otra acción de Ion Vélez, pero su remate se marchó fuera cuando ya se cantaba el gol.

Hubo tiempo de lamentarse. Conforme fue acercándose el noventa, el Murcia se fue metiendo en la parcela visitante. La amenaza del balón parado, además, creció con la entrada al campo de Wellington que, efectivamente, acabó resultando definitiva. A tres minutos del final, botó una falta que, engañando a toda la zaga albiazul, el artillero local Kike García recibió completamente solo para desnivelar la balanza del lado del Murcia.