PROCESO CATALÁN HACIA LA INDEPENDENCIA
La Generalitat responde a Rajoy que no admite dilaciones en los plazos
La Generalitat de Catalunya respondió ayer a la carta en la que el presidente español, Mariano Rajoy, ofreció «diálogo sin fecha de caducidad», afirmando que no aceptará dilaciones en el proceso previsto para llevar a cabo una consulta sobre la independencia. Si Rajoy, sin hablar de la consulta, insistió en anteponer el marco legal y la Constitución, la Generalitat respondió que «no es cuestión de legalidad sino de voluntad política».
GARA | BARCELONA
El conseller de Presidencia y portavoz del Ejecutivo catalán, Francesc Homs, se encargó ayer de responder a la carta en la que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ofreció un diálogo limitado al marco legal, sin referirse en ningún momento a la consulta sobre la independencia que demanda Catalunya.
Homs afirmó que la respuesta que Rajoy dio al president, Artur Mas, a su petición de convocar la consulta no es la que pretendía el presidente catalán en la carta que le envió y en las conversaciones mantenidas en los últimos meses ni «está a la altura» de lo que el pueblo de Catalunya expresó en la Diada.
El Govern anunció que tomará seriamente el compromiso de diálogo del presidente español, dado que Rajoy evita en su carta mostrar de forma explícita el rechazo a una consulta. Pero subrayó que «no podemos ser ingenuos» y que no aceptará que como consecuencia del diálogo «se someta a dilaciones innecesarias» el calendario marcado en el proceso, que prevé celebrar la consulta en 2014.
Problema de voluntad política
Por ello, anunció que mantendrá contactos con los grupos parlamentarios para acordar las bases para celebrar una consulta el año que viene. El próximo debate de política general, como ya apuntó Mas, es para Homs «un buen espacio» en el que visibilizar el apoyo de una mayoría parlamentaria a la consulta.
El conseller, que cree que el calendario fijado por el Govern da un margen de meses para profundizar en el diálogo con Madrid, rechazó además entrar en el debate sobre la legalidad de una eventual consulta porque, a su juicio, «la discusión no está ahí. No es un debate de legalidad sino de voluntad política», recordando que la Generalitat ya ha detallado al Gobierno español «hasta cinco vías legales» para convocar la consulta y ha proclamado que el principio de legalidad «siempre ha sido el norte del Govern y del Parlament».
Esperaba un estilo Cameron
Homs indicó que lo que Mas buscaba al enviar su carta al presidente era «una respuesta estilo (David) Cameron» en el caso de Escocia; es decir, aceptar convocar una consulta, negociar la fecha y la pregunta y asumir las consecuencias, lo que en su opinión responde a un clamor muy mayoritario en la sociedad catalana. Y, «por aquello de las mayorías silenciosas», recordó que los resultados de las últimas elecciones autonómicas ya reflejaron una gran mayoría a favor de la autodeterminación.
El secretario de Organización del CDC, Josep Rull, coincidió en que el problema para celebrar la consulta en 2014 no es de legalidad sino de voluntad política. Por su parte, la secretaria general de ERC, Marta Rovira, aseguró que Catalunya celebrará una consulta por la independencia en 2014 «sí o sí», aunque para ello haya que convocar unas elecciones plebiscitarias.
«Llegaremos con el marco legal que más convenga: o la ley de consultas o, si hace falta, utilizar un marco plebiscitario, como puede ser la ley de elecciones», afirmó en declaraciones a Catalunya Ràdio.
Sobre la respuesta de Rajoy, señaló que el diálogo siempre es bueno, aunque lamentó que «siempre acaba con un monólogo o en el Tribunal Constitucional». El primer secretario del PSC, Pere Navarro, estimó que la carta de Rajoy a Mas «deja muchas puertas abiertas» y que una de ellas es la reforma de la Constitución para ir a un modelo federal, idea que también planteó el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Bajo un sol veraniego y en un ambiente festivo, miles de personas, 10.000 según Sermosgaliza.com, se manifestaron ayer en las calle de Santiago para reclamar el derecho del pueblo gallego a su soberanía. La marcha, convocada por el BNG, se abría con una gran bandera gallega. «Guste o no, Galicia es una nación», se gritó en una jornada que recordó al Día de la Patria del 25 de julio, cuya marcha el BNG suspendió este año por la tragedia ferroviaria de Santiago. El portavoz de la formación, Xavier Vence, criticó las políticas del PP que dejan esta tierra «reducida a cenizas», recordando así el incendio que ha arrasado el Monte Pindo no solo para criticar la política forestal de la Xunta, sino como metáfora del «cuadro dantesco» en el que se encuentra Galicia: paro masivo, pobreza, precariedad, cierres de empresas, minería colonial, acoso al idioma y falta de futuro, ante lo que llamó a no resignarse. «Aunque arda, Galicia vive», proclamó Vence. Presentó una apuesta por la soberanía como alternativa, con una banca pública, soberanía alimentaria, apuesta por el tejido productivo gallego y servicios públicos. «Queremos todo lo que tiene un país normal. Esas armas, son las armas de un Estado», resumió, y llamó a «alargar la base social» del Bloque con «medio millón de papeletas para avanzar en el plano político e institucional». GARA