Llegó a Donostia en la temporada del descenso en el verano de 2006 y tiene contrato hasta 2016
Un partido especial para Bravo
El chileno disputará mañana su encuentro oficial 200 como blanquiazul y se marca el objetivo de superar los 286 a los que llegó Darko Kovacevic, el récord para un jugador extranjero. Considera positivo comenzar en el estadio la fase de grupos de la Liga de Campeones.
Joseba ITURRIA
Claudio Bravo fue protagonista ayer en Zubieta y no solo por ser el realista más destacado ante el Levante el sábado. El chileno compareció ante la prensa porque la casualidad ha querido que su encuentro oficial 200 como blanquiazul sea en el mejor marco que podía soñar, en el debut en la fase de grupos de la Champions mañana en Anoeta con el Shakhtar Donetsk (20.45).
El chileno, que cumplió 30 años en abril, llegó a Donostia en la temporada del descenso, la 2006-07, y le tocó vivir con sus compañeros los momentos más difíciles de la historia reciente de la Real, con tres años en Segunda y la Ley Concursal. Y, si al principio se mostraba irregular y trasmitía su voluntad de convertir la Real en un trampolín hacia otro equipo, ha terminado por convencer a todos los aficionados por su gran nivel como portero y por su comportamiento y compromiso con este club, con el que firmó en agosto de 2010, tras el ascenso, un contrato hasta junio de 2016.
Fue una forma de comprometerse casi de por vida por la Real y ese compromiso lo trasmitió ayer cuando mostró el objetivo de convertirse en el extranjero que más partidos juegue como blanquiazul, para lo que tiene que superar la marca de 286 que alcanzó en sus dos etapas Kovacevic, que marcó 107 goles y con el que el chileno compartió la temporada del descenso.
Bravo señalaba ayer que «con el correr de los partidos ves cosas que van marcando tu carrera. Hacer 200 partidos en la Real siendo extranjero no es menor y me viene bien. Espero continuar con esto, seguir mucho tiempo más acá y tratar de pasar a Darko, el que más ha jugado siendo extranjero».
Añadía que «me tocó ser en mi selección el portero con más presencia y me llena de ilusión lograr lo mismo en la Real. No me fijo en eso, disfruto de los partidos y del momento y espero que pueda sumar más partidos en la Real donde esté».
Un rival de calidad
Mañana la Real estará en la Champions, ante un Shakhtar Donetsk al que definió como «un equipo que juega en casa y fuera sin complejos, con gente que trata bien el balón, que juega de una manera diferente. Es un equipo que debemos analizar bien y ver su funcionamiento, pero preocupándonos de nuestra parte, de hacer el trabajo bien. Así saldrán las cosas».
Aunque algunos puedan considerar al equipo ucraniano como el rival más factible de los tres del grupo de la Real, Bravo señalaba que «no miramos a ninguno que sea menos que otro. Tenemos a todos los rivales en el mismo nivel y no queremos fijarnos en ellos, sino preocuparnos de lo nuestro, de hacer nuestra calidad de partido. Ver lo que hicimos contra el Lyon y fijar el parámetro de ese partido y seguir con ese juego».
El chileno entendía que empezar la fase de grupos en Anoeta «es beneficioso, con nuestra gente, va a ser un partido muy atractivo y esperemos que funcione todo de maravilla».
Además mostraba su deseo de encadenar dos buenos partidos seguidos en el estadio mañana y el sábado ante el Málaga, que ayer ganó 5-0 al Rayo Vallecano: «Encadenar dos partidos de buena manera, verte con un juego llamativo con ocasiones y estar sólido atrás. Si no hacemos lo que debemos hacer, no lo vamos a pasar bien».
Centrados en cada partido
Bravo rechazaba que la Real jugara en el campo del Levante con la cabeza puesta en el partido de mañana: «Internamente estamos enfocados en los dos frentes. Liga y Champions son muy importantes para nosotros e intentaremos centrarnos en el objetivo más cercano. El sábado era el Levante y ahora el Shakhtar y luego volverá a ser la Liga. No es que tengamos la cabeza en otros frentes».
También estaba en desacuerdo con sacar conclusiones negativas por los tres partidos que llevan la Real y el Shakhtar sin ganar en Liga: «Eso dice algo, pero fuera de eso, el hecho de sentirte bien, de ver al equipo bien, a los jugadores en forma, refleja otro estado anímico. Si ves que las cosas están de otra forma te da por preocuparte, pero no es el caso».
«Hacer 200 partidos en la Real siendo extranjero no es menor. Espero seguir mucho tiempo acá y tratar de pasar a Darko. Me tocó ser en mi selección el portero con más presencia y me llena de ilusión lograr lo mismo en la Real».
El Shakhtar Donetsk llegó a última hora de la tarde de ayer después de un largo viaje en avión de casi cinco horas, a las que sumar el traslado en autobús desde el aeropuerto de Loiu a Donostia. Los ucranianos llegaron acompañados de su equipo juvenil, que también jugará contra el de la Real, tras encajar el viernes ante el Karpaty su segunda derrota de la temporada en la Liga ucraniana (3-2).
Tras ganar sus seis primeros partidos, lleva tres sin hacerlo, con derrotas en sus dos últimas salidas, y eso le ha hecho bajar hasta la cuarta plaza y se ha mostrado especialmente vulnerable en defensa. Un equipo situado en la zona baja como el Karpaty le hizo tres goles, aunque uno fue de penalti y otro de falta directa.
Los ucranianos se entrenarán a las 19.30 a puerta cerrada en Anoeta. La Real lo hará a las 17.00 en Zubieta, también a puerta cerrada, y después comparecerán en rueda de prensa Jagoba Arrasate, Mikel González y Markel, lo que lleva a pensar que el elgoibartarra será titular mañana. Además Elustondo, como Estrada, no llegó a saltar con sus compañeros al césped en la sesión de recuperación de ayer y necesitaron fisioterapia. Carlos Martínez trabajó en el césped y en el interior de las instalaciones.
La taquilla de Anoeta se abrirá hoy de 9.00 a 13.00 y de 16.00 a 19.00 para vender entradas para el primer encuentro de la fase de grupos de la Champions League. Cada aficionado podrá adquirir un máximo de dos localidades con precios que oscilan entre los 25 y 65 euros. Joseba ITURRIA