La canciller alemana, Angela Merkel, consiguió ayer una victoria crucial en las elecciones regionales de Baviera, donde la CSU, formación hermana de la CDU, obtuvo la mayoría absoluta a una semana de las legislativas en Alemania.

Las estimaciones de voto a las 22.00 daban a la CSU, la marca bávara de los democristianos, un 49 % de los votos. De esta forma, liderados por Horst Sehofer, han vuelto a conseguir la mayoría absoluta que perdieron hace cinco años, con un cómodo margen, obteniendo 102 escaños cuando la mayoría absoluta se sitúa en 91.

«Uno de cada dos bávaros ha votado por nosotros. Es una gran muestra de confianza», se felicitó el ministro-presidente de Baviera. La CSU gobierna este land alemán de forma continua desde 1956.

Pero la victoria ha llegado acompañada de un revés para Merkel. Su socio de gobierno tanto en Berlín como en Baviera, los liberal-demócratas del FDP, desaparecen del Parlamento de Munich al no lograr más que el 3 % de los votos.

El FDP parece moribundo a nivel federal para las legislativas del próximo domingo, aunque Merkel quiera renovar la coalición. El vicecanciller y ministro de Economía, Philipp Röslerr, reconoció que se trata de una «derrota aplastante», pero subrayó que Baviera es diferente al resto del país. Además, muchos electores conservadores de la CDU podrían estar tentados de dar su voto a los liberales para salvar la coalición.

Los socialdemócratas del SPD obtuvieron un 20 % en Baviera, en ligera progresión sobre su histórica bajada al 18 % de 2008, y en consonancia con los sondeos, por lo que no parece haber sufrido por la polémica de su candidato federal, Peer Steinbrück, en una fotografía con el gesto del dedo corazón alzado.

«La carrera no está cerrada. Al contrario, ahora empieza de verdad», dijo Steinbrück, ante sus seguidores. Los Verdes -con un 8,4 %-, celebraban sin disimulos el hundimiento liberal, mientras los Electores Libres (escisión de la CSU) se aseguraban la continuidad en la Cámara, con otro 8,5 %.

Avión teledirigido a Merkel

Por otra parte, un pequeño avión teledirigido aterrizó ayer en el escenario en el que Angela Merkel, protagonizaba un mitin de campaña en la localidad de Dresden, provocando el desconcierto de los políticos y los militantes que participaban en el acto. Según explicó la policía tras retirar el artefacto del escenario, el avión portaba una cámara y estaba teledirigido por un joven de 23 años, que pretendía fotografiar a la canciller y después vender las instantáneas a la prensa.

Merkel, que vio como el avión -de unos 40 centímetros- se posaba a apenas dos metros de distancia, sonrió ante el incidente, pero los medios locales destacaron el rostro «consternado» de su ministro de Defensa, Thomas de Mazière, quien se encontraba también en el escenario. De Mazière ha estado durante meses en el centro del debate político después de que su Ministerio decidiera suspender a mediados de mayo la compra de drones (aviones no tripulados) estadounidenses, tras una inversión de más de 500 millones de euros