La primera jornada de Liga salió redonda para los tres equipos vascos, que saldaron sus compromisos con victorias. Bera Bera encaraba una visita difícil por varios motivos: porque empató en la pista del At. Guardés la pasada temporada; porque el club gallego ha realizado muchos fichajes disparando las expectativas en torno al proyecto patrocinado económicamente por Mecalia; y porque esta Liga se presenta muy parecida a la anterior en un aspecto: quien aspire a ser campeón tiene que ser muy cuidadoso con los puntos.

Bera Bera cedió cinco en toda la temporada pasada, y no fue campeón hasta la última jornada. Teniendo en cuenta que el próximo sábado recibe en Bidebieta al Rocasa -que se presenta como su principal rival-, comenzar dejándose algún punto en A Sangriña habría supuesto una dosis de estrés añadido.

El equipo que ahora dirige Imanol Alvarez preparó la cita a conciencia, y la puesta en acción fue impecable. Algunas noticias procedentes de Galicia apuntaban que el At. Guardés decepcionó en el debut liguero, pero lo cierto es que Bera Bera ha dado una vuelta de tuerca más a su sistema defensivo 6:0, y las variantes en el juego de ataque organizado que ha introducido el entrenador ermuarra le están dando más consistencia al juego. Eli Pinedo volvió a liderar al equipo con 9 goles, pero el sábado ya apareció la ilicitana Ana Martínez -una jugadora que será muy importante- con 6.

Precisamente su exequipo, el Elche, perdía en casa el viernes en el partido que abría la Liga, ante otro de los aspirantes a las primeras plazas, el Alcobendas. El Elche fue el único equipo, junto a Bera Bera, que ganó todos sus partidos como local la pasada Liga, y su derrota corrobora la impresión de que esta temporada puede verse relegado de la lucha por el título.

Alcobendas, bien dirigido como siempre por Silvia Arderius, dejó buenas sensaciones, es un buen equipo que ha ganado en defensa con la progresión de sus dos pivotes de gran envergadura física (Paula García -muy eficaz también en ataque en Elche, con 7 de 7- y Alba García), y la llegada de Mónica Ausás les permitirá ser aún más fuertes atrás.

Rocasa tenía un inicio más cómodo en su casa, ante el repescado Castelldefels, y el contundente 31-19 final les servía para ganar confianza antes de su importante visita a Bidebieta.

Kukullaga, muy bien. Kukullaga repitió su inicio del año pasado, con victoria a domicilio, aunque la del sábado fue de mayor calidad. Hace un año ganó en Castro, que acabó descendiendo, pero el triunfo ante un Mar Alicante reforzado habla muy bien del equipo de Etxebarri. Con las bajas que ha sufrido, Lydia Montes se verá obligada a jugar con pocos cambios los partidos de «su» Liga, lo que tiene sus aspectos positivos: el bloque titular -con la interesante inclusión de la extremo juvenil Irati Vázquez- tiene calidad y oficio, juventud y veteranía, y el sábado sacó partido a la experiencia acumulada en estas dos temporadas en la élite. El problema podría llegar por la acumulación de minutos y esfuerzos, algo a lo que deberá prestar mucha atención. De momento, el sábado recibirá al Cleba León, otro partido de «su» Liga, y más tras las bajas que han sufrido las leonesas (sus laterales Ausás y De la Cruz), que empezaron la Liga con derrota en casa ante el recién ascendido Aula Cultural, en un partido con sabor a derbi.

Zuazo apunta más alto. El rival era el Adesal Córdoba, recién ascendido, aunque causó una buena impresión. Pero Zuazo ha dado un paso adelante. Refuerzos adecuados en la plantilla, y la experta mano de Jorge Dueñas, permitieron ver a un equipo muy mejorado en el debut, aunque ahora le toca revalidar esa impresión ante rivales más fuertes. Pero su defensa es más sólida, lo que le permite correr, y su ataque más variado, lo que supondrá dosificar a Yáñez para que brille en momentos más decisivos. Sus pivotes son muy peligrosas y, aunque el sábado no lo enseñó, explotará la variante de jugar con las dos a la vez.