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«Mi desconocimiento sobre El Salvador ha sido una herramienta narrativa»

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Ruma Barbero

Dibujante de cómic y músico

Nació en Somió (Xixón) en 1971 y se licenció en Bellas Artes, especialidad de escultura, por la Universidad de Salamanca. Ha trabajado en diferentes medios y, en la actualidad, pueden verse sus trabajos en el blog «Fundición Príncipe de Astucias» y el fanzine digital «Aguantando Cachones».

Alvaro HILARIO | GASTEIZ

El artista asturiano Ruma Barbero se encuentra estos días en Euskal Herria presentando la versión en castellano de «La Chelita. El Salvador 1992» (Dolmen editorial, 2013; fue editada originalmente en asturiano por Tierra Llibros en 2012), una novela gráfica desarrollada a partir de las vivencias y los testimonios de cooperantes internacionales y veteranos de la guerrilla salvadoreña.

Después de las presentaciones de Bilbo y Gasteiz, hoy es el turno de Iruñea (Askapeña, 19.00). Mañana, estará en la Biblioteca de Donostia a las 19.00; el viernes en la Kultur Etxea de Atarrabia a las 20.00; el sábado, a las 12.00 en La Hormiga Atómica de Iruñea y a las 21.00 en la peña la Bota de Lizarra; y el domingo, a las 18.00, en Irati taberna de Arrasate.

La gira está organizada por Ixuxú, «un proyecto sociocultural que busca acercar la realidad social y cultural asturiana a Euskal Herria».

Ha invertido dos años en este trabajo. De este tiempo, ¿cuánto ha invertido en la documentación y cuánto en el dibujo?

Han sido dos años, pero no a tiempo completo. Eso sí, como herramienta narrativa he utilizado mi desconocimiento sobre el país. Eso me permitía ir narrando a la vez que me iba documentando. Leí todo lo que cayó en mis manos, vi todas las películas y documentales referentes al tema que pude... Fueron unos meses de trabajo muy intensos.

¿Es laborioso realizar el guión en base a los testimonios?

El libro está estructurado en tres partes: la primera es un resumen histórico de El Salvador, partiendo de mi desconocimiento total y llegando hasta la firma de los acuerdos de paz en 1992; la segunda parte es la historia de Charo, «La Chelita», en la que cuento la historia de lo que le sucedió tal cual -lo único que sí hice, a la hora de guionizar, fue ir organizándolo de forma que a mi me sirviera para dar más intensidad cuando se necesitaba; y la tercera parte, la de 1992, es la experiencia de los guerrilleros con los acuerdos de paz y la entrega de las armas.

En su momento hubo dos temas muy polémicos relacionados con el FMLN: la muerte de Roque Dalton y la utilización de la conscripción.

Los dos temas aparecen en el libro. La muerte de Roque Dalton aparece en la primera parte y bueno, en realidad, a Roque Dalton lo mató uno de los cinco brazos, uno de los cinco partidos, que, más adelante, darían forma al Frente Farabundo Martí, pero lo mataron antes de la propia existencia del FMLN. Y después, lo que dices del reclutamiento obligatorio, fue una actividad que duró poco, pero es cierto que lo hicieron; sale destacado -cuando hablan del reclutamiento obligatorio practicado por el Ejército- en una viñeta donde se señala que también la guerrilla tuvo esta práctica, aunque no por mucho tiempo: enseguida aparecieron voces críticas sobre el tema y terminó.

En su opinión, ¿qué diferencia hay entre una novela gráfica y un cómic?

Yo suelo contestar que la novela grafica es un tebeo gordo. Muchas veces, con intención de quedar como cultos, hay quienes dicen «no leo tebeos, leo novela gráfica», pero no deja de ser el mismo medio y no deja de haber muchas obras antes de que apareciera la definición de novela gráfica. Ahí está el trabajo de Carlos Giménez con su experiencia en los orfanatos del franquismo con «Paracuellos del Jarama» o «España, una, grande y libre» eso podría identificarse perfectamente con lo que hoy en día hemos dado en llamar novela gráfica.

Son etiquetas, lo sé, pero, ¿en qué estilo inscribiría su trabajo?

Muchas cosas puede que estén relacionadas con la línea clara franco-belga, pero, por otro lado, también tengo influencias de lo que autores de todo el mundo editan desde Francia, lo que ahora mismo se está llamando BD, por lo de bande dessinée, que es como llaman al cómic en francés. Me cuesta definir mi estilo.

Usted no se limita al cómic. ¿Búsqueda creativa o necesidad si se quiere vivir de dibujar?

Eso está difícil. Como también es difícil vivir de la música, que es otra actividad mía, como el diseño gráfico, así que ando compaginando una cosa con otra. Estuve muchos años trabajando el humor político en un diario en asturiano llamado «Les Noticies» que desapareció el año pasado y, logicamente, ese trabajo me cansó, aunque sigo cultivándolo en un blog que se llama «Fundición Príncipe de Astucias» -con el que el año pasado ganamos el Premio al Mejor blog de humor que otorga «20 Minutos»- y ahí descargo el humor político, aunque en estos últimos años debiéramos hablar de intrusismo por parte de los políticos, que no están quitando el trabajo a los humoristas gráficos; ellos, además, nos empujaron a los dibujantes a afrontar proyectos sociales y políticos: estamos cambiando los papeles.

¿Cómo está de salud el asturiano y la producción cultural en asturiano?

Hay producción como nunca la hubo, tanto en música como en novela, poesía... Pero hay pocos lectores. Si en general se compran pocos libros, la situación es aún peor en una lengua minorizada. Tenemos el handicap de que no es lengua oficial; se da en los colegios pero de modo precario: colegios quese saltan la ley, profesores que no están preparados y en secundaria, es optativa frente al francés o el aleman.

 
NOVELA GRÁFICA

«Yo suelo contestar que la novela gráfica es un tebeo gordo. Muchas veces, con intención de quedar como cultos, hay quienes dicen `no leo tebeos, leo novela gráfica', pero no deja de ser el mismo medio»

ASTURIANO

«Hay producción como nunca la hubo, tanto en música como en novela, poesía... Pero hay pocos lectores. Si en general se compran pocos libros, la situación es aún peor en una lengua minorizada como la nuestra»

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