El Gobierno neerlandés insistió en el fin del Estado de Bienestar durante la presentación de un presupuesto para 2014 marcado por nuevos recortes.

«El Estado de Bienestar clásico se transforma lenta pero inexorablemente en una sociedad de participación (sic)», anunció el rey Willem-Alexander duante un discurso a las dos cámaras del Parlamento holandés.

«Todos los que puedan deberán asumir la responsabilidad por su propia vida y por sus allegados», añadió el monarca en un discurso escrito, como cada año, por el primer ministro, Mark Rutte. Como colofón a una jornada que vio al rey desfilar por las calles de la Haya en una «carroza de oro», su discurso aseguró que el paso «a una sociedad de participación es particularmente visible en los sectores de la seguridad social y la sanidad a largo plazo».

«El Estado de Bienestar clásico de la segunda mitad del siglo XX ha derivado en reglamentaciones que se han convertido en inasumibles en sus formas actuales», señaló el rey de un país que en el pasado simbolizó precisamente ese modelo de Estado social en el centro del continente europeo.

«Solución dolorosa»

Tras su discurso, el ministro de Finanzas, Jeroen Dijsselbloem, presentó un presupuesto draconiano para la quinta economía de la zona euro.

«No existe una solución rápida y sin dolor», advirtió el ministro, a su vez presidente del Eurogrupo, al referirse a los 6.000 millones de euros de recortes presupuestarios suplementarios para el año próximo.

Estos recortes se suman a los programas de austeridad (aumento del IVA, bajada de la ayuda a los países en desarrollo...) puestos en marcha desde el inicio de la crisis y que alcanzarán en 2014 los 30.000 millones.

Los recortes afectarán ahora a la Sanidad y a la Seguridad Social. Y los holandeses seguirán perdiendo poder adquisitivo otro año más.