CHAMPIONS LEAGUE Primera jornada de la fase de grupos
Planteamientos parejos pero distinta calidad
El Barcelona golea a un Ajax muy limitado jugando a medio gas y apoyándose en Messi y Valdés.
BARCELONA 4
AJAX 0
Asier AIESTARAN
El primer partido en la historia de las competiciones continentales entre el Barcelona y el Ajax dejó claro que el equipo holandés está hoy por hoy muy lejos de aquel liderado por Johan Cruyff que en Can Barça se tiene y se admira como manantial filosófico para entender el fútbol. Una demostración de que los planteamientos teóricos, parejos ayer en muchos sentidos, los hacen buenos los jugadores sobre el césped, mal que le pese a algunos entrenadores.
Y es que el Barcelona goleó a los de Amsterdam casi sin despeinarse, como otras muchas veces, sacando jugo a un genio llamado Lionel Messi, que con un nuevo hat-trick -su cuarto en Liga de Campeones, convirtiéndose en el primero que lo logra- desniveló la balanza en un partido sin tensión. Y por si hubiera alguna duda, un Víctor Valdés pletórico se encargó de echar el cerrojo a su portería en los minutos finales del choque.
Mala primera parte
La primera mitad resultó soporífera. El Barça, jugando a medio gas, fue incapaz de crear una sola ocasión medianamente clara en 45 minutos a excepción de dos acciones puntuales de Messi: su gol de falta a los veinte minutos, al colar un potente zurdazo por el lado del portero, y la acción individual que cerró esa primera parte, en una cabalgada que remató sin fuerza cuando tenía a Cesc solo a su lado.
Por lo demás, algún tímido intento de Neymar y un par de internadas de Iniesta fueron el único peligro creado por los catalanes, que acusaron la falta de Xavi en el centro del campo y no supieron contrarrestar las duras entradas de los holandeses. Porque el Ajax, muy atrevido a la hora de salir combinando desde atrás, no se lo pensó dos veces al cortar de raíz el habitual juego en corto del rival. Además, los de Amsterdam también tuvieron una clara ocasión para empatar, con un cabezazo dentro área del lateral derecho Van Rhijn, que Víctor Valdés desbarató con acierto.
Dos nombres propios
Esos dos nombres propios, los de Messi y Valdés, fueron los protagonistas de la segunda parte. Con el Ajax acusando el lógico cansancio físico, la «pulga» siguió con su festival y en el 55 marcaba el segundo, finalizando con maestría una rápida contra culé. Poco después, sería Gerard Piqué el que lograra de cabeza el tercero de los locales, y Messi volvió a cerrar la cuenta con un disparo desde la frontal en el que la defensa del Ajax estuvo un poco duditativa.
Pudo haber muchos más goles, los holandeses pudieron marcar dos o tres tranquilamente, pero ahí apareció Víctor Valdés para impedirlo. Primero paró un penalti a Sigthorsson, y luego sacó dos balones complicadísimos a Bojan y Boilesen, que todavía a estas horas estarán soñando con el meta culé.
El Borussia Dortmund, brillante finalista de la pasada edición, comenzó su andadura en la Champions con una derrota en Napolés. Los italianos se adelantaron en el minuto 29 con un gol de Gonzalo Higuaín y marcaron el de la tranquilidad en el 67, con un golazo de falta de Insigne. El tanto germano no llegó hasta el 87 y lo hizo Zuñiga en propia puerta. El Napoli comparte liderato en el Grupo F con el Arsenal, que se impuso 1-2 en Marsella gracias a los tantos de Walcott y Ramsey.
También hubo sorpresa en el Grupo E, donde el Chelsea de Mourinho cayó en casa ante el Basilea. Los londinenses se adelantaron por medio de Óscar a los 45 minutos, pero Salah, en el 71, y Streller, en el 81, dejaron heladas las gradas de Stamford Bridge. El Schalke acabó goleando al Steaua de Bucarest, aunque los tantos de Uchida, Boateng y Draxler llegaron en la reanudación.
En el Grupo G, por último, el Atlético de Madrid superó al Zenit en casa con goles de Miranda, Arda y Leo Baptistao -Hulk marcó para los rusos-, mientras que el Oporto se impuso por la mínima en el campo del Austria de Viena, gracias a un gol de Lucho González. A.A.
En el otro partido del Grupo H, el Milan sufrió de lo lindo para sumar los tres puntos en casa ante el Celtic de Glasgow. Un gol de Izaguirre en propia puerta en el 82 y un tanto de Muntari ya en el 86 sellaron un 2-0 bastante engañoso.
