Mikel INSAUSTI

No es nada nuevo aprender historia a través del cine, y lo poco que este cronista sabe de mitología griega proviene del peplum, de aquellas maravillosas películas de aventuras con efectos especiales del genial Ray Harryhausen. Rick Riordan debía ser muy consciente de ello cuando, como profesor de historia, vio las posibilidades de una relectura fantástica de la mitología griega, a fin de hacerla más amena y entretenida para el alumnado. Son historias que le contaba a su hijo mayor antes de dormirse, aunque nunca he entendido muy bien que se haga publicidad a cuenta del efecto somnífero de cierta literatura. Un poder adormilante que conserva la franquicia cinematográfica basada en los libros de «Percy Jackson», y de lo cual puedo dar fe, una vez vistas ya las dos primeras entregas.

De la inaugural «Percy Jackson y el ladrón del rayo» se encargó personalmente Chris Columbus, debido a que quería que la nueva franquicia fuera de alguna forma una prolongación del éxito obtenido con la saga «Harry Potter», pero el público adolescente ya no respondió igual. De ahí que «Percy Jackson y el Mar de los Monstruos» haya dispuesto de cinco millones menos de presupuesto, como si la Universal le diera una segunda oportunidad, que tal vez sea la definitiva, pues no termina de arrancar y es más de lo mismo, a pesar de los supuestos cambios introducidos.

La introducción con la voz en off explicando otra vez la naturaleza semidivina del héroe, en cuanto hijo de Poseidón y una humana, apunta claramente hacia el reboot. Y así se retoma la postura del protagonista ante su destino, con las consiguientes dudas sobre su verdadero poder, al reconocer que sin la ayuda de sus amigos semidioses no podría haber recuperado el Rayo de Zeus. Pero no hay tiempo para divagaciones, viéndose rápidamente enfrentado a Cronos en la búsqueda del Vellocino de Oro, la misma que emprendieron Jason y los Argonautas. La diferencia es que la perspectiva de la odisea cambia con el uso de las nuevas tecnologías, que han convertido, por ejemplo, a Hermes es un empleado de las mensajerías UPS.