Segundo largometraje animado que Antonio Banderas produce a través del estudio andaluz Kandor Graphics, trás la experiencia inicial de «El lince perdido» en 2008, una película con mensaje ecológico y temática autóctona que comercialmente no tuvo demasiada respuesta. Es por eso, y en vista del éxito internacional obtenido por la producción «Las aventuras de Tadeo Jones», que para «Justin y la espada del valor» se ha optado por imitar directamente los modelos genéricos de Hollywood.

«Justin y la espada del valor» está plagada de referencias a títulos conocidos, desde su mismo planteamiento consistente en darle a la aventura medieval una comicidad anacrónica como sucede con la franquicia «Shrek». Banderas aprovecha su experiencia para hacer un doblaje al estilo de «El Gato con Botas».