Alvaro Reizabal Abogado
El nuevo milagro de Fátima
Obviamente, el prodigio no es tal y consiste en no actualizar las pensiones con el IPC, por lo que se calcula que perderán un mínimo del 30% de su poder adquisitivo en 15 años
De siempre se nos han inculcado las virtudes del trabajo y del ahorro. En la familia, porque practicándolas se llegaba a ser «un hombre de provecho». En la escuela, a cincel, como todo, y con parábolas como la de la cigarra y la hormiga, o la del hijo pródigo, que se abrió de casa a recorrer mundo y volvió sin un duro y hecho un guiñapo, y no hubiera salido adelante si no fuera por el perdón y el amparo de su padre (la madre ni mentarla) que era bueno y como ahorraba le acogió de nuevo en el calor de hogar.
Ahorrar es pues una incuestionable virtud para el sistema. Por eso no extraña que muchos prohombres piensen y digan que hay que ahorrar. Sin ir más lejos, el comisario europeo de asuntos económicos, Olli Rehn, ha propuesto como panacea para el alarmante desempleo que nos acucia que se ahorre en salarios. En concreto, si la patronal se ahorra un 10% de los sueldos, es casi seguro que se creará empleo. Olli cobra por su cargo 23.000 dólares al mes.
De similares ideas es González Páramo, exconsejero del Banco Central Europeo y acérrimo defensor de la reforma laboral, que es uno de los últimos fichajes del BBVA, al que se incor- poró en mayo y recibió por el trabajo de un mes 66.000 euros. No sé si estas percepciones son de antes o después de haberles aplicado a ellos la receta infalible del ahorro.
Ahora es la ministra de Trabajo, Fátima Báñez, la que nos habla de lo que se va a ahorrar la Seguridad Social gracias a ella y a la Virgen del Rocío, su colaboradora necesaria, por cuya intermediación se logró el mes pasado el milagro de reducir el paro en el Estado español en nada menos que 31 personas (¡). Tan eficaz es la acción mariana contra el paro que Yolanda Barcina también le ha encomendado que resuelva el problema a Santa María la Real.
He de reconocer que Fátima me tiene hechizado. Me recordaba mucho a alguien pero no sabía a quién, hasta que descubrí que es clavada a Millán Salcedo, ex «Martes y Trece» cuando imitaba a Encarna Sánchez. Báñez compareció ante los medios con una chaqueta como las que llevan en el circo los que van con escoba y pala recogiendo las generosas deposiciones de los elefantes, para anunciarnos su nuevo milagro: «las pensiones no van a bajar nunca», pero, pese a ello, dice, la Seguridad Social se va a ahorrar 33.000 millones de euros de 2014 a 2022. Obviamente, el prodigio no es tal y consiste en no actualizar las pensiones con el IPC, por lo que se calcula que perderán un mínimo del 30% de su poder adquisitivo en 15 años. Pero esta benefactora de la humanidad ha conseguido convertir la denostada práctica de los recortes en la loada virtud del ahorro. Así que los pensionistas que obligatoriamente cotizaron con la promesa legal de cobrar una pensión de determinada cuantía, ven ahora burladas sus legítimas expectativas. ¡Qué portento de mujer, que convierte el tocomocho en virtud!