PNV | Pleno de Política general en Gasteiz
Egibar da satisfacción a los jeltzales de discurso más clásico
I.I.
Con Iñigo Urkullu encorsetado en su discurso institucional hasta el punto de no querer definir una propuesta de nuevo estatus y necesitado de no pisar los callos de su nuevo socio, fue Joseba Egibar quien asumió la responsabilidad de dar satisfacción a los jeltzales de discurso más clásico, entiéndase, hablar de ir más allá del estatuto, tirar de las orejas a la izquierda abertzale aireando algunas de sus contradicciones y poner en su sitio a un PSE algo crecido tras un pacto que entiende como una victoria propia.
En materia de nuevo estatus, recordó que en el propio Parlamento ya hay material para comenzar a trabajar, en alusión a la propuesta de 2005. Criticó que PSE y PP estén hoy por debajo de lo acordado en el Estatuto, que además está incumplido, y señaló que el PNV quiere ir «más allá» del texto actual, de manera que se reconozca al pueblo vasco como «sujeto político y su capacidad de decisión».
No desaprovechó Egibar la ocasión de hacer juegos con las palabras de la propuesta de «Euskal Bidea» y «Euskal Etxea», sosteniendo que los caminos y las casas las habitan las personas, y achacando a la izquierda abertzale no haber respetado a las personas en 35 años. Llegó a decir el portavoz jeltzale que para hacer una cadena humana, como en Catalunya, primero hay que estar dispuestos a darse la mano, y para eso hace falta respeto. Y para ganar respeto en el futuro, hay que analizar también del pasado.
De manera significativa, Egibar arrancó su discurso recordándole a Patxi López que al adelanto electoral se llegó porque el Gobierno del PSE no quiso acometer la redacción de un proyecto de presupuestos para el que sabía que había 1.200 millones menos y no iba a poder encajar el discurso político con la práctica.