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61 DONOSTIA ZINEMALDIA

Zinemaldia se reserva el color y el brillo para las películas

Annette Bening, Terry Gilliam, Oliver Stone y Juan José Campanella pusieron el toque de color a una gala inaugural, por lo general, bastante sobria, en la que el ministro español Vert fue recibido entre abucheos en la alfombra roja. La 61 edición del Festival Internacional de Cine de Donostia afronta su primer fin de semana con cifras récord de venta anticipada de entradas. La competición comienza hoy con las películas «Enemy» y «Pelo malo».

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Ane ARRUTI | DONOSTIA

Zinemaldia arrancó ayer con una gala de inauguración -anunciada como muy colorista como el cartel y la estética de la 61 edición- más bien acorde con los tiempos que corren; el festival «no es ajeno al momento económico y social que vivimos», señalaron los actores Cayetana Guillén Cuervo y Unax Ugalde, quienes presentaron la gala vestidos de blanco y negro, respectivamente.

Durante unos 45 minutos, la gala no fue más allá de enumerar las secciones y películas del festival. Fue el director Juan José Campanella quien puso el toque de color a la noche. El argentino presentó su película junto con el valenciano Arturo Valls, quien pone la voz de «el crack» en su película «Futbolín», la primera película de animación que inaugura el festival. «Entre tanto artista, me siento como Peter Sellers en la película `El guateque', que fue invitado por error», bromeó Campanella. «Yo, ni te cuento», añadió Valls.

Por el escenario pasaron también Annette Bening, Premio Donostia en 2004 y que este año presenta «The face of love»; Michelle Yeoh, conocida por sus interpretaciones en «Tigre y dragón» y «Memorias de una geisha»; el Monty Python Terry Gilliam, quien definió una perla como una joya que las ostras producen «cuando se les revuelve el estómago», motivo por el cual él hace películas, dijo; o el presidente del jurado Todd Haynes, en su primera visita a Donostia.

El paseo de las estrellas por la alfombra roja de camino a la gala aguantó sin llover. Pero a quien le cayó un diluvio de pitidos y abucheos fue al ministro español de Cultura, José Ignacio Vert, que prefirió no parar en el photocall. Una de las estrellas más aclamadas fue Oliver Stone, recibido por el anterior director de Zinemaldia Mikel Olaciregui y que coincidió en la alfombra con el lehendakari Iñigo Urkullu. Stone llega con dos propuestas históricas en Zabaltegi. «Alexander: The ultimate cut» y «The untold history of the United States», una serie de doce capítulos que el director invitó a «ver y repensar quiénes son los responsables de los problemas que tenemos hoy en día». Por su parte, Pamela Bienzobas entregó el premio Fipresci de los críticos a Abdellatif Kechiche, por «La Vie d'Adèle», quien agradeció a la prensa el haber ayudado a explicar sus películas.

Esta edición del festival arranca con un presupuesto ligeramente inferior al año pasado -7.280.000 euros-, y con, aparentemente, menos estrellas que en 2012, pero con una respuesta del público que bate récords. Cuenta con más de mil periodistas de cuarenta países acreditados, un total de 226 películas de 50 países, las cuales se proyetarán en 636 sesiones en veinte salas. Para el miércoles ya se habían vendido casi 76.000 entradas, unas 5.500 más que el año pasado en las mismas fechas.

La competición comienza hoy con el thriller «Enemy», protagonizado por Jake Gyllenhaal y que el pase de prensa de ayer suscitó opiniones muy divididas, y «Pelo malo», de Mariana Rondón, que llega con muy buenas críticas desde el festival de Toronto.

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