Derrota sin paliativos
¿Y el Athletic qué, y el Athletic qué?
Mal partido de los bilbainos, tras una primera mitad igualada, tanto en el juego como en el marcador, pero que se decantó en una segunda donde el Espanyol quiso y el Athletic no sabía qué quería.
ESPANYOL 3
ATHLETIC 2
Joseba VIVANCO
E iba tanto el cántaro a la fuente, que al final... No dio señales de vida anoche el Athletic en Cornellá-El Prat. Ni pruebas de vida ni de juego. Ni de a qué quiere jugar este equipo. Fue un garabato de algo, con brocha gorda, sobre todo en contundencia defensiva, flojos, lentos, sin fluidez de la medular hacia delante. Sin remate siquiera ayer. Derrota quizá hasta esperada, aunque solo fuera por los sonrojantes precedentes en sus visitas el Espanyol, pero como decía el viejo sabio apoyado en su cayado bajo el platanero, si hay que ir se va, pero ir para na... Y el Athletic fue para na.
Ernesto Valverde no adelanta `onces' en sus previas de los partidos, pero sí da pistas, entre líneas, pero las da. «Los jugadores jóvenes tienen que tener la misma exigencia que los demás. Los errores en Primera División se pagan caros», soltó el técnico al ser interrogado por Herrerín y Morán. Ayer, ambos se quedaron en el banquillo. Si sus desaciertos tuvieron algo que ver, él lo sabrá. Por de pronto, Iraizoz recuperó la titularidad ante su exequipo y uno no sabe ya si esa coincidencia tuvo algo que ver, si tras dar la oportunidad a Iago le ve todavía verde como para arriesgarse a darle las llaves de la portería rojiblanca o si Valverde sigue tanteando a ambos guardametas. «En temporada es donde empiezas a conocer a los jugadores, no en la pretemporada», dejó caer el domingo.
La realidad es que es más difícil acertar las alineaciones de Txingurri que arrancar un coche con la batería en las últimas sin nadie que empuje. Anoche, sorprendió aunque menos al dejar a Herrera fuera, apostando por un doble pivote de cemento armado con Iturraspe y Mikel Rico y el intocable Beñat de enganche, y chocó más que diera cabida en banda al largamente esperado De Marcos -ya dijo en la previa que le veía como delantero centro- sentando a un Susaeta al que quizá dio descanso cara al jueves. «El tema de las rotaciones lo tendremos en cuenta en algún caso», fue otro de sus indicios en la previa.
Lo cierto es que el técnico gasteiztarra se saca cada semana un equipo de la manga, que sí que es verdad que mantiene alerta a los jugadores, pero a la vez denota un exceso de dependencia de cada rival, en función del cual prepara sus `onces'. Para cada partido elige a los que cree mejores para ese choque. Anoche, su apuesta no se puede decir que brillara en una primera mitad en la que lo mejor para el Athletic fue equilibrar casi sobre la bocina el golazo imparable de Víctor Sánchez tras una frivolité de Muniain que prefirió un taconazo fallido a pelear en serio un balón con su equipo saliendo del área.
Primera parte igualada
Un primer tiempo trabado, equilibrado, con un Athletic náufrago de salida de balón, sin bandas por las que profundizar, con Aduriz más solo que la baronesa Thyssen el día de la madre, De Marcos demasiado desaparecido, Iturraspe por el estilo, Mikel Rico acertado en las disputas pero perdiendo excesivos balones... Un clarísimo penalti por mano en el área local a cabezazo de Aduriz y que no quiso vez el trencilla pudo haber cambiado el curso de estos 45 minutos, pero fue el Espanyol el que se adelantó en el marcador sin hacer excesivos méritos, más allá de un par de endiabladas faltas desde la banda que se le atragantaron a Iraizoz.
Una ventaja que se igualó en una contra rojiblanca, al filo del descanso, con asistencia de Rico y gol en boca de meta de un De Marcos que esta vez sí apareció. Resultado que hacía justicia, después de que Muniain gozara de una ocasión que salvó un defensor perico ya con el portero batido. El Athletic, en su línea.
Un equipo sin dibujo
Ese empate en el luminoso fue lo mejor de los de Valverde, porque lo de la segunda mitad fue ya de mear y no echar gota. De inicio salieron los de Javier Agirre con más ganas que su rival, mientras el Athletic aun se abrazaba tras el empate. Y no tardó nada en aprovecharse de la caraja de los leones. A los tres minutos, Víctor Sánchez, otra vez, remachaba desde el punto de penalti entrando desde atrás, sorprendiendo en un balón desde el lateral. El Athletic había sido hincapaz de sacar un balón con decisión y lo acabó pagando. Era el inicio de una cuesta abajo que tendría su puntilla en el minuto 63 con una defensa de sainete, donde Iraizoz despejó hasta por tres veces en la misma jugada y al final como que casi decidió metérsela él mismo antes de que le diera la risa.
Quedaba tiempo por delante, Valverde se decidió a introducir los necesarios cambios; Ibai, Herrera y Susaeta saltaron al césped, pero su alocado ataque, su dibujo táctico más propio de un querubín con una caja de pinturas, solo sirvió para que el de Santutxu, experto en marcar goles que no sirven para nada, anotara un golazo de falta directa con la campana sonando ya sobre Cornellà-El Prat.
La imagen de un combativo Iker Muniain sentado sobre el verde, rumiando la derrota, resumía la sensación que se traen los rojiblancos para Lezama. Ernesto Valverde sigue buscando las piezas. Las coloca como un Lego, pero se le vienen abajo. Este grupo tiene mucho más fútbol que el exhibido hasta ahora y sobre todo mucho más que el visto ayer. Hace falta definir qué se quiere y, sobre todo, Txingurri tiene mucho trabajo por delante si quiere dotar de solidez defensiva a este equipo, de oficio para encarar este tipo de choques donde hay que apretar los dientes. Apuntaba maneras esa endeblez, pero lo de ayer fue para mirárselo. Baño de realidad. ¿Y el Athletic qué? Pues partido a partido.
Como es normal, Ernesto Valverde se mostró insatisfecho por el resultado y por los inicios de cada tiempo de su equipo, algo que cree que fue la razón de la derrota. El técnico valoraba así el encuentro: «A base de juego hemos conseguido empatar. El inicio del segundo tiempo nos ha matado. Hemos empezado muy mal y flojos. En cinco minutos se nos han puesto por delante y el ansia de ganar... Era de ganar un metro, una falta, mucho contacto, y ellos nos han superado. El segundo tiempo se ha puesto más fácil para ellos».
De hecho, dejó claro que los espanyolistas «han estado más intensos en esos dos inicios (primer y segundo tiempo). Nos falta oficio en eso, algo que a ellos les sobra».
Preguntado por la titularidad de Iraizoz, Valverde respondió que «cada vez que pienso en un jugador, pienso en el que más seguridad me puede dar de cara al partido. Confío en los dos porteros. Creo que los dos van a jugar partidos este año».
Entre los jugadores, Iker Muniain señaló que «superiores no creo que hayan sido. Merecimos algo más aquí, pero por detalles se nos escapó el partido. Entramos tarde al partido».
Respecto a los locales, Víctor Sánchez, uno de los grandes protagonistas al anotar dos de los tres goles de su equipo, recalcó que «ha sido un gol importante, por el minuto que era. Hemos tenido la suerte de adelantarnos y terminar ganando el partido». Asimismo, el perico se refirió a la unión que existe en el vestuario: «Nos quedamos con la imagen del equipo. Somos un grupo unido y eso se ve en el campo». GARA