No es la primera vez que traemos a esta lupa el particular sentido de la fiesta que tienen al sur de Pancorvo, donde al parecer gozan torturando y sacrificando morlacos. Pues resulta que han decidido «proteger» su Fiesta, y ayer «La Gaceta» se ufanaba de ello en el editorial. El diario del Grupo Intereconomía se felicitaba porque «el Congreso de los Diputados dio un importante paso adelante en el proceso del blindaje de la Fiesta de los Toros» y explicaba que «el Partido Popular, bastión de la defensa de la Fiesta Nacional por excelencia, ha hecho suyos parte de los argumentos contenidos en esta última, invitando a los grupos de UPyD y PSOE a aprobarlos en la Comisión de Cultura la semana próxima». O sea, que el PP es el bastión de la matanza de toros, un papel que, hay que admitir, le viene como anillo al dedo.

Dice el editorialista que «el reconocimiento de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo español, desde el punto de vista jurídico, que no político, está muy próximo y se hacen esfuerzos por alcanzar un acuerdo mayoritario, lo que representaría un acto de justicia hacia una parte del patrimonio cultural español que ha venido siendo objeto de ataques tan constantes como inmerecidos». Pues vaya birria de patrimonio cultural, si esa es su aportación a la (in)humanidad, casi mejor si lo guardan en un cajón con siete llaves. Además, el carcadiario lo reviste con un tono épico, y apunta que «para todos los aficionados a los toros el blindaje de la Fiesta significará alcanzar una meta por la que han luchado durante muchos años, así como un gran reconocimiento para los promotores de la ILP de la Federación Taurina de Cataluña y para las más de 600.000 personas que avalaron esta iniciativa legislativa con su firma». ¿600.000? En este caso no vale la «mayoría silenciosa» que en otras ocasiones esgrimen como coartada. Total, la cuestión es que los aficionados a la masacre de bóvidos están de enhorabuena: «el reconocimiento de los toros como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) implicará también un gran triunfo para cientos de alcaldes y concejales de ciudades y pueblos de España que se adelantaron con declaraciones de la Fiesta como PCI en cada una de sus localidades, que legitiman aún más el reconocimiento del Parlamento». Parece que todos salen ganando... Bueno, todos menos los toros.