Afincado en los Estados Unidos, el cineasta donostiarra Luiso Berdejo ha apostado por un cine de corte más intimista tras su experiencia junto a Kevin Costner en «La otra hija», lo cual no quiere decir que Berdejo haya dejado a un lado lo fantástico en este filme. El punto de partida resulta cuanto menos singular y engarza con ese tipo de «excusas» que tan bien manejó José Luis Guerín en su magistral «En la ciudad de Sylvia» y en su obligado completo, «Unas fotos en la ciudad de Sylvia».

Al igual que en los citados filmes de Guerin, en «Violet» topamos con un punto de partida que podría resultar chocante y que se desarrolla a través de un viaje físico e iniciático protagonizado por un joven que se enamoró de una joven tras ver su imagen reflejada en unas fotos polaroid. Esa búsqueda, entroncada en algo que podría resultar cuanto menos ficticio -la búsqueda de alguien desconocido- asciende a diversos niveles dramáticos que coquetean con lo sobrenatural en cuanto el joven emprende esa ruta inspirada por unas ajadas fotografías. A través de la mirada del protagonista, el espectador tropieza con algunos «fantasmas» y rincones secretos que anidaron en el personaje interpretado por Junio Valverde. Entre las etapas visitadas, destacará ese encuentro con la sombra y el recuerdo de su abuelo fallecido lo cual dota de cierto empaque dramático a un proyecto que aspira a más de lo que finalmente cobra forma definitiva en la pantalla. Junto al joven Junio Valverde, destacan las presencias en el reparto de Leticia Dolera, Carlos Bardem y el siempre solvente Ricardo Darín en una colaboración especial.