Según han revelado Vozpópuli y eldiario.es, en Nueva York se escenificó una escena que podría tildarse de esperpéntica de no ser por el cariz que ha adquirido en las últimas horas. La noticia en cuestión señala que el Gobierno español intentó presionar, sin excesivo éxito, a la agencia de noticias estadounidense Bloomberg para que esta censurara la parte final de una entrevista que Mariano Rajoy concedió a dicha agencia en Nueva York.

Al parecer, la chispa se prendió en cuanto la periodista lanzó al presidente español varias preguntas relacionadas con el caso Bárcenas. Una de ellas, en concreto, aludía a la posibilidad de que pudiese presentar su dimisión en caso de que fuesen probadas las irregularidades financieras del Partido Popular. La respuesta de Rajoy a esta cuestión sorprendió a propios y extraños: «Hay cosas que no pueden demostrar». Dicho esto, en el gabinete personal del mandatario más de uno de sus consejeros debió tirarse de los pelos ante lo que estaba escuchando porque, finalizada la entrevista, el gabinete gubernamental solicitó a Bloomberg que no emitiera la parte final de la entrevista. La agencia estadounidense hizo caso omiso a esta petición alegando el valor informativo de sus contenidos.

Tal y como revelan varios medios, «durante sus respuestas Rajoy afirmó desconocer que los ordenadores de Bárcenas habían sido borrados por Génova -a pesar de haber sido publicado y reconocido por la propia Cospedal- y afirmó que nadie del PP había sido acusado en el caso Bárcenas. En relación a este tema, eldiario.es ha revelado una respuesta recibida por un portavoz de Moncloa que afirma lo siguiente: «No tenemos nada que comentar sobre ese asunto. Que diga Bloomberg lo que considere conveniente».