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la política de infraestructuras viarias, en cuestión

El eje Gerediaga-Elorrio costará 899 millones a los vizcainos hasta 2046

Para 2016, según las previsiones del diputado general dadas a conocer esta semana ante las Juntas Generales en Gernika, estará finalizada la construcción del eje radial Gerediaga-Elorrio. Lo que no desveló José Luis Bilbao a la opinión pública es que ese vial, de solo 6,4 kilómetros de distancia, costará a los vizcainos 899 millones de euros a raíz de que la Diputación haya optado como fórmula de financiación por el controvertido sistema del «peaje en sombra».

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Agustín GOIKOETXEA | BILBO

La declaración pública del diputado general ante las Juntas Generales de Bizkaia sirvió para que la política de construcción de infraestructuras viarias del Gobierno de José Luis Bilbao volviese a ser puesta en cuestión por los portavoces de EH Bildu y PSE. La inversión millonaria en la Variante Sur Metropolitana y en los Túneles de Artxanda no ha logrado los rendimientos sociales y económicos que se auguraban, y no se atisban cambios radicales en esa tendencia, asumiendo la Diputación una deuda de la sociedad pública Interbiak que podría superar los 1.000 millones de euros y que, según la oposición, mantendrá hipotecada a la institución foral como mínimo 22 años.

En junio, comenzó a abonar los 952 millones de euros que gastó en la construcción de la Supersur, que supondrá abonar una media de 43,2 millones anuales para amortizar ese capital y los intereses de los dos créditos suscritos en 2006, uno con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y otro con otras siete entidades, hasta 2035.

Un simple repaso de los balances de esa empresa foral sirve para constatar una desviación presupuestaria importante, pues de las aportaciones de 29 millones de euros que se aprobaron en 2012-2013, finalmente la arcas públicas desembolsaron 80,8 millones, 51,8 más. Para el próximo ejercicio se contemplaba dedicar 20 millones, pero ahora ya se baraja que esa cantidad alcance los 70 millones de euros. En todo caso, no se conoce exactamente la deuda total de Interbiak, dado el hermetismo oficial al respecto.

Consciente de que las previsiones han fallado también en ese capítulo, Bilbao lo achaca a «la crisis y la recesión económica», que «también ha hecho mella en los tráficos» del Estado español. De ahí que sorprenda el empeño jeltzale por volcarse en la ejecución de los ejes radiales Zornotza-Muxika y Variante de Bermeo, con una inversión total de 113,7 millones de euros y cuya finalización se contempla para la primavera de 2015.

No son los desembolsos más importantes, ya que la Diputación insiste en construir para 2016 el tramo Gerediaga-Elorrio del corredor Durango-Beasain. Hay que destinar cientos de millones de dinero público para alimentar al lobby de las constructoras, con el agravante de que el coste del vial de 6,4 kilómetros de trazado por el corazón de Durangaldea se ha elevado en un 42%, de 254 a 362 millones de euros.

Lo viene denunciando EH Bildu, que estima que «es la carretera más cara de la Península por kilómetro». Y lo puede ser más a consecuencia de la fórmula de financiación por la que el PNV ha optado en este caso, que es el «peaje en sombra». Gerediaga-Elorrio será el único proyecto financiado así, ya que las constructoras la rechazaron para otros, obligando a la Diputación a incrementar las aportaciones a Interbiak.

En la operación está implicada la UTE conformada por Kutxabank, Viuda de Sainz, Amenabar, Transitia y Acciona. Ella construye y financia la carretera, y después se encarga del mantenimiento durante 30 años asumiendo las arcas forales el abono de 899 millones de euros hasta 2046. A los 362 millones de la ejecución de las obras, hay que añadir otros 394 en intereses y 143 millones más por los trabajos de conservación. Anualmente se dedicarán 4,7 millones de euros para mantener 6,4 kilómetros de vial.

Elevado gasto de conservación

Si sorprende el elevado gasto de conservación de la nueva infraestructura viaria prevista en Durangaldea, se entiende mejor cuando se analizan los contratos de conservación, mantenimiento y explotación de otras vías como el tramo Urgoiti-Ermua de la AP-8. El coste anual por kilómetro que abona Interbiak por esa tarea es de 149.919 euros, excluido el IVA. Ese dato orientativo se obtiene de dividir el importe total de adjudicación (74,3 millones de euros) por los ocho años de duración del contrato y los aproximadamente 62 kilómetros del tronco de la autopista desde Urgoiti (Galdakao) a la muga con Gipuzkoa.

Más costosa aún es la conservación de los aproximadamente 41 kilómetros de tronco, excluidos los enlaces, de la Variante Sur Metropolitana y los Túneles de Artxanda. La Supersur son 35 kilómetros y las galerías que conectan Bilbo y Txorierri otros 6. El coste anual por kilómetro asciende a 199.281 euros, sin incluir impuestos, que se obtiene de dividir el importe total de adjudicación, que fue de 65,3 millones de euros, por ocho anualidades y los 41 kilómetros del tronco de los viales.

PNV y PSE usan las variantes de Ermua como moneda de cambio

La variante de Ermua se ha convertido en un asunto recurrente en las repetidas negociaciones que han cerrado distintos acuerdos entre PNV, PSE y PP en diferentes ámbitos institucionales. Ahora, en el marco del enésimo pacto entre PNV y PSE se recoge la intención de promover varios proyectos que se consideran estratégicos, como son la variante ferroviaria de Ermua, con un calendario de ejecución 2014-2017 a cargo del Gobierno de Lakua, pero nada se sabe de cuándo se impulsará la que desvíe el tráfico de vehículos por la N-634 y la BI-3302 a su paso por esta misma localidad.

Ese proyecto se fía a que haya algún remanente extra del endeudamiento que ha resultado de la flexibilización del límite de déficit. Parece complicado que así suceda por la urgencia que tiene acabar con la Línea 3 del metro entre Etxebarri y Matiko.

Al establecer prioridades para el nuevo curso político, el diputado general de Bizkaia no mencionó ni en una ocasión la variante de Ermua. Sí lo hizo el portavoz del PSE, Iñaki Egaña, que achacó al equipo de José Luis Bilbao «ausencia de ideas» a la hora de gestionar ese proyecto.

Al establecer prioridades en la ejecución de los ejes radiales, Ermua fue uno de los proyectos sacrificados y eso que la inversión necesaria -en torno a los 126 millones de euros para construir 5,7 kilómetros de variante- es menor que otros que ya se han promovido. A.G.

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