El Parlament pondrá fecha y pregunta a la consulta antes de final de año
El pleno del Parlament aprobó ayer, con los 86 votos favorables de CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP, una resolución que insta a fijar la fecha y la pregunta de la consulta antes de final de año. El texto aprobado emplaza también a los partidos a llevar la petición de referéndum al Congreso de los Diputados y a Mas a seguir negociando con Rajoy. Un diálogo que, si no da sus frutos, deberá darse por acabado también a final de año. El PSC se alineó con los unionistas y votó en contra.
Beñat ZALDUA | BARCELONA
Pese a no aportar grandes novedades sobre la hoja de ruta soberanista, el debate de política general finalizado ayer en el Parlament establece un exigente calendario para los próximos tres meses, tras los cuales el panorama del proceso quedará clarificado por fuerza.
Así lo acordaron al menos los 86 diputados de CiU, ERC, ICV-EUiA y CUP, que aprobaron una resolución en la que instan al president, Artur Mas, «a anunciar, previo diálogo con todas las fuerzas políticas que amparan el derecho a decidir, la fecha de la consulta y la pregunta, bajo el amparo de la legalidad, para poder hacer efectivo el derecho a decidir de los ciudadanos sobre su futuro político a lo largo del año 2014».
Este diálogo entre partidos estará enmarcado en la comisión parlamentaria de estudio del derecho a decidir y la fecha y la pregunta deberán concretarse «antes de la finalización del presente periodo de sesiones», es decir, en este 2013.
En el mismo periodo, el texto aprobado insta «a las fuerzas políticas catalanas a que impulsen, con carácter urgente, una iniciativa conjunta en las Cortes españolas, para solicitar al Gobierno del Estado la correspondiente voluntad política para la celebración de un referéndum durante el 2014, de acuerdo con alguna de las vías legales que ha definido el Consell Assessor per a la Transició Nacional».
En los próximos meses
Por último, la resolución califica la carta del presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, de «insatisfactoria», pese a lo cual insta al president «a profundizar de manera inmediata en este diálogo».
Pero añade: «Teniendo claro que no se puede eternizar y por lo tanto debe tener resultados antes de que acabe el actual periodo de sesiones». Es decir, si el diálogo, como es previsible, no da frutos antes de final de año, la vía de la negociación se dará por muerta.
En resumen, antes de final de año deberá establecerse la fecha y la pregunta de la consulta, se dará por finiquitado el diálogo con el Gobierno español y, con el objetivo de evidenciar la negativa del Estado, se llevará la propuesta al Congreso.
La propuesta original fue pactada por CiU y ERC, que introdujeron algunos retoques para lograr el apoyo de ICV-EUiA y CUP.
A propuesta de los independentistas se incluyó un punto en el que se establece que el único mandato claro de los catalanes es la negociación de la fórmula para hacer el referéndum de independencia -y escapar así de las terceras vías-. Y a iniciativa de ICV-EUiA, la resolución también estableció que el liderazgo del proceso debe situarse en el Parlament.
Ésta no fue, sin embargo, la única resolución sobre el derecho a decidir aprobada ayer, ya que CiU, ERC, ICV-EUiA y PSC aprobaron, con 103 votos a favor, el manifiesto del Pacto Nacional por el Derecho a Decidir, un texto que no aporta ninguna novedad respecto a la resolución sobre el derecho a decidir aprobada por el Parlament el pasado 13 de marzo.
Pese a aprobar este manifiesto, no fue una buena noche para el PSC. En la votación de la resolución principal quedaron retratados al lado de la bancada unionista del PP y Ciutadans, y su propuesta de resolución sobre una tercera vía -como la propuesta por Duran i Lleida- fue clamorosamente rechazada. Solo votaron a favor ellos.
El PSC no consiguió provocar la rebelión de los 14 diputados de Unió y se quedó solo con su propuesta de resolución sobre una tercera vía que pase por un nuevo encaje de Catalunya en el Estado español.
El debate de política general no ha aportado grandes novedades, pero prepara el escenario para que en los próximos meses quede del todo aclarada la hoja de ruta y el proceso entre en una nueva fase.
No zanjar los temas y dejarlos en el aire suele provocar una sensación de indefinición que da pábulo a rumores y versiones contradictorias.
Es lo que ha ocurrido tras el debate de política general con la pregunta de la consulta y sobre si sus respuestas deben tener varias opciones o limitarse a un sí o un no.
Para unos, Mas zanjó el debate al declarar que «si estamos donde estamos es porque las terceras vías han fracasado». Para otros, este fue un posicionamiento personal, ya que el president se habría mostrado abierto a una pregunta de múltiples respuestas cuando dijo: «Unos dirán `pensamos que es mejor estar dentro del Estado tal y como estamos ahora'. Habrá otros que dirán `lo que pretendo es un estatus diferente, pero con algún tipo de acuerdo con el Estado español'. Y luego habrá algunos que dirán `yo quiero un Estado propio dentro de una Unión Europea'». Una indefinición que no ayuda al avance del proceso. ERC, CUP y los sectores soberanistas de CDC abogan por una pregunta con respuesta de sí o no -así lo repitió ayer el secretario de organización convergente, Josep Rull-, mientras PSC, ICV-EUiA -con bastante ambigüedad- y, sobre todo, Duran i Lleida abogan por incluir la opción de mejorar el estatus dentro del Estado español.
«Reducir el referéndum a una pregunta deja fuera a mucha gente, de manera que habrá triunfado la idea de ERC», dijo el líder de Unió. B. ZALDUA
