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Síntomas externos de una enfermedad mental

«La herida»

Mikel INSAUSTI

En las notas de producción se da un diagnóstico muy claro y preciso, que no ha sido trasladado a la pantalla. En ningún momento Ana es consciente de que lo suyo sea borderline, ni tampoco nadie se lo dice. Es importante recalcar el dato, porque la casuística que se presenta se ve agravada por el aislamiento más absoluto.

Nadie del entorno de esta chica, a la que no podemos llamar paciente, puesto que no es ayudada o tratada, se preocupa por su caso más allá de la sintomatología de la que hablabamos y que es tomada como una rareza o algo así, por lo que se queda en borde...

A los ojos de los demás resulta insoportable y es ignorada o ninguneada, empezando porque no se aguanta a sí misma. Su dificultad para empatizar con las personas, salvo con aquellas que presentan una incapacidad o se ven impedidas, supone una barrera insuperable. Es como una niña de pocos meses que no sabe decir dónde le duele, y su indefensión la deja en una situación violenta a merced de sí misma. Se autolesiona en secreto, consciente de que esa herida sangrante a la que se refiere el título es lo único que la hace sentir viva.

Sección Oficial

Dirección: Fernando Franco.

Guión: Fernando Franco y Enric Rufas.

Intérpretes: Mirian Álvarez.

Fotografía: Santiago Racaj.

Música: Ibon Rodríguez.

Montaje: David Pinillos.

País: Estado español. 2013.

Duración: 95 minutos.

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