Viene esta introducción porque la noche del jueves estrenaron un nuevo programa, «Torres y Reyes», con Mara Torres y Joaquín Reyes, y lo incrustaron en La 2, en horario estelar, pero rodeados de tiburones en la competencia. Lo hicieron sin promoción alguna, y en su primera entrega se puede sacar la conclusión de que Mara Torres estaría mejor de presentadora única, porque es la que tiene tono periodístico para las entrevistas, y que Joaquín Reyes debería aparecer de vez en cuando intentando colocar su humor tan especial, en ocasiones tan malo sin el suficiente contexto para entender sus chocantes metáforas. Cuando están juntos no crecen sino que se anulan, se entorpecen, se amontonan. Mejor de uno en uno.

La primera entrega no fue ni buena ni mala. Floja, desangelada, con un escenario no muy práctico, pero muy de ahora, con músicos en directo, y entrevistas y reportajes, con asuntos de actualidad y otros de mayor trayectoria. Un magazín al uso, pero más cultural, por así decirlo. La estrella de arranque fue Paco león, que además había regalado a sus seguidores de twitter un desnudo, y costó que brillara un tipo tan extrovertido y abierto, precisamente por el guión de preguntas y por la torpeza de Reyes en la entrevista.

Este programa podría tener recorrido si lo trataran bien desde el ente, y dado el perfil residual de La 2 actualmente, en la primera estatal conseguiría mayor repercusión. Su estreno fue, en términos de audiencia, descorazonador, con unos trescientos mil telespectadores. Una minucia. Una insignificancia. No llegar al dos por ciento es difícil de sostener.