La Real mejoró en el segundo tiempo lo suficiente para merecer la victoria ante el Sevilla, pero le faltó claridad para encontrar fisuras en el planteamiento defensivo de Emery y solo pudo sumar su cuarto empate en las seis últimas jornadas.

Son los números de partidos que lleva la Real sin ganar en Liga, pero tampoco hay ninguna razón para la alarma porque el equipo compite todos los partidos y con jugadores de la calidad de los que tiene la Real lo anormal es que tengan tantos problemas para crear ocasiones y marcar goles.

Le falta claridad, frescura, y si a eso se suma enfrentarse a un rival que juega muy junto, que cierra bien las líneas de pase y obliga a buscar constantemente los centros laterales, tiene problemas para hacer ocasiones.

Aunque el empate vino en uno de los muchos centros que buscó la Real, no tiene jugadores propicios para ellos. Queda en evidencia en las jugadas de estrategia, que no se rematan, y así es difícil marcar. Y ayer pudo encajar más de uno porque José Ángel -lo único que se le puede discutir en los últimos partidos a Arrasate además de alinear a Prieto en Barcelona es utilizar al asturiano en los dos partidos en Anoeta- hizo parecer a Jairo una estrella mundial y marcó un gol y estuvo a punto de lograr otro.

Si a eso se suma que la Real estuvo por detrás en el marcador más de medio partido se llega a la conclusión de que el empate no fue tan malo, aunque de merecer ganar alguien fueron los de Arrasate. El Sevilla se centró en tareas defensivas y recurrió a todas las estrategias para cortar el juego ofensivo de la Real, que acabó mejor e hizo buena la apuesta de Jagoba Arrasate de reservar a jugadores importantes, menos a De la Bella, para el encuentro de anoche.

Un rival muy sólido

Unai Emery planteó un encuentro con un once muy sólido al entrar Cristoforo e Iborra en el doble pivote y colocar a un buen defensor como Trochowski en banda izquierda para controlar a Carlos Martínez, a Rakitic en la media punta y a Jairo en la banda derecha para aprovechar la mala aptitud defensiva de José Ángel. El rápido extremo derecho aprovechó un gran servicio del croata para adelantar al Sevilla tras un gran control y una acertada vaselina con la que superó a Claudio Bravo.

Cinco minutos antes del 0-1, que llegó en la primera ocasión en la que el Sevilla se acercó al área, ni Velasco Carballo ni su asistente quisieron sancionar un claro penalti de Nico Pareja a Vela. De haberse registrado en el centro del campo la habrían castigado sin dudarlo, pero por tercer partido consecutivo en casa un árbitro no señaló un penalti a la Real con empate a cero.

Esa jugada fue clave porque ponerse por delante podía hacer variar la estrategia de Emery, pero la no señalización del penalti y el gol de Jairo permitió al Sevilla reforzarse en su apuesta defensiva e incluso pudo marcar el 0-2 en una clara opción de Trochowski antes del descanso tras un gran servicio de Gameiro tras romper, otra vez, la línea defensiva por su flanco izquierdo, el más débil ayer.

La Real movió bien el balón hasta las proximidades del área de Beto, pero a partir de ahí le faltaron ideas para crear ocasiones y apenas se pueden rescatar del primer tiempo dos protagonizadas por Griezmann, en las que no acertó con el remate.

Cuando a un equipo le falta claridad es recomendable aprovechar las jugadas de estrategia y la Real lanzó ocho saques de esquina y varias faltas en las inmediaciones del área y no llegó a rematar ninguna.

Mejores sensaciones

Mejores fueron las sensaciones que trasmitió la Real en la segunda mitad. Aunque el Sevilla también tuvo sus opciones en remates de Gameiro y Jairo y en una indecisión de Bravo, Iñigo y José Ángel que pudo ser castigada con penalti, los blanquiazules fueron superiores y los de Emery sufrieron en defensa.

Pudo empatar la Real en dos remates de Carlos Vela, uno de ellos un cabezazo al palo, y el mexicano también apareció para buscar a Griezmann en la jugada del empate. Anoeta empujó a su equipo a la victoria, pero le faltó algo para poder ganar. Apenas tuvo dos opciones de Seferovic y Zurutuza tras el 1-1.

Ni tan siquiera en los diez minutos jugados por el Sevilla en inferioridad subieron demasiado los laterales y los cuatro de arriba no podían con los nueve jugadores que concentraba el Sevilla en pocos metros hasta esperar al final del partido.

La Real tendrá ahora cuatro partidos fuera de casa, dos en Liga y dos en Champions, para reencontrarse con la victoria y el más propicio es el del sábado en Vallecas, que deberá ser la prioridad de la próxima semana, aunque sin renunciar a un buen resultado en Leverkusen.