El primer ministro turco, Recep Tayyp Erdogan, presentó ayer reformas sobre los derechos de la población kurda y sobre algunas prohibiciones a símbolos islámicos, en un paquete de medidas «democráticas», dirigidas también a «minorías» como alevíes, gitanos o siriacos. La reforma autoriza la enseñanza en kurdo en las escuelas privadas o en la propaganda electoral, o recuperar el nombre original de las localidades kurdas.

Aunque Erdogan calificó su plan como «histórico», fue recibido con desconfianza entre los grupos kurdos. De hecho, medios de comunicación kurdos no pudieron acceder a la rueda de prensa donde lo anunció. Gulten Kisanak, copresidente del partido kurdo Paz y Democracia (BDP), afirmó que el paquete no estaba diseñado para cumplir con las demandas de la gente, sino con las demandas del partido de Erdogan, el islamista AKP, y que no es suficiente para superar el bloqueo del proceso de paz con el PKK. También evidenciaron la falta de medidas para liberar a los miles de políticos encarcelados.

Erdogan propone un cambio en el criticado sistema electoral, que exige un mínimo del 10 % de los votos para entrar en el Parlamento, pero grupos kurdos denunciaron que solo ayudarían a que el AKP consiguiera más diputados con menos votos, mientras que partidos pequeños se verían abocados a desaparecer.

Autorización del velo

Erdogan anunció asimismo que se levantará el veto a que las mujeres usen el velo para la cabeza en las instituciones públicas, aunque la prohibición se mantiene para las juezas, las fiscales y el personal militar y policial, una medida que levantó el rechazo de la oposición kemalista. «Las sanciones por crímenes de odio, particularmente por aquellos basados en la religión, la nacionalidad o la etnia, se aumentarán y se creará una institución para luchar contra la discriminación», aseguró Erdogan.