Representantes de los sindicatos ELA, SATSE, LAB, CCOO, SAE, UGT y UTESE comparecieron ayer para comunicar que consideran que ha llegado el momento de dar un salto cualitativo en sus movilizaciones contra los recortes. Así, si hasta ahora venían concentrándose todos los miércoles, a partir de hoy protagonizarán un paro de cinco minutos todos los martes a las 11:30 horas. Los paros implicarán a todos los sectores del centro hospitalario.

Los empleados del hospital denunciaron que Osakidetza está imponiendo «las políticas del Gobierno de Madrid, que no son otras que las del recorte y la privatización». Criticaron que esta política se traduce en que no estén sustituyendo «la mayoría de las eventualidades», así como que reducen personal «en casi todos los servicios, obligándonos a cubrirnos entre nosotros», por lo que «miles de compañeros eventuales están siendo despedidos solapadamente».

Más enfermos a su cargo

Los sindicatos denunciaron que la falta de personal supone que enfermeras o auxiliares tengan a su cargo «más personas enfermas de las debidas, así que se vuelve a perjudicar tanto a los pacientes como al personal sanitario. Esto es una rueda y pasa lo mismo en cocina, limpieza, mantenimiento, etc».

En este sentido, afirmaron que Osakidetza les «roba» su «salario, salud y tiempo, y encima juega con nosotros diciendo que el daño podría ser mayor, de esta manera desmotiva las movilizaciones».

En la comparecencia explicaron que su sueldo «ha disminuido y las horas de trabajo han aumentado», lo que genera «un aumento de las listas de espera». Consideran por ello que, con los recortes, se va a pasar «de ser una sanidad pública a ser una sanidad privada» en la que «solo con dinero podrás optar a una buena atención».

Tras reconocer que «todas las vías de diálogo con Osakidetza están cerradas», los representantes de los trabajadores puntualizaron que «ya no se negocia, se impone» y se reafirma- ron en seguir movilizándose, «reivindicar nuestros derechos laborales y conseguir un nuevo modelo sanitario, no retroceder en el tiempo». Añadieron que no deben «contribuir a la destrucción de miles de puestos de trabajo eventuales», medidas que toman «amparados en una crisis que ellos han provocado».