El momento más emotivo de la jornada fue el homenaje que, a través de su viuda, hicieron al filósofo, escritor y militante Stéphane Hessel, conocido, entre otros, por su libreto «Indignaos» que falleció en febrero.

Comenzó con los sones de la txalaparta de Oreka TX y, tras varias intervenciones de allegados y representantes de Confederation Paysanne entre otros, unos niños le hicieron entrega de un presente.

En el acto se denunció lo acontecido recientemente en Lampedusa donde más de 300 inmigrantes fallecieron hace unos días al intentar llegar a las costas de la isla italiana. Afirmaron que el trágico hecho es «también otra de las consecuencias» de la política antiecológica y responsabilizaron del mismo a los gobiernos europeos.

Como colofón de la jornada, la propia Christiane Hessel en francés y el expresidente de Greenpeace-España Juan López de Uralde en euskara leyeron una declaración en la que se apela a multiplicar iniciativas como la de ayer.

«El reto está claro: reducir radicalmente las emisiones de gases de efecto invernadero para no traspasar los umbrales peligrosos o incluso irreversibles de calentamiento y de desestabilización climática» manifestaron antes de subrayar que «hay soluciones y que miles de colectivos y personas las están aplicando ya».

«Una senda que, por desgracia, -prosiguieron- no aplican los gobiernos ni los lobbies económicos».

Realizaron un llamamiento solemne a la implicación ciudadana, en especial de cara a la próxima Conferencia de la ONU sobre el cambio climático, COP2, que tendrá lugar en París en 2015: «Para que las promesas de los jefes de Estado no se queden en papel mojado como ocurrió en la de Copenhague, nos corresponde a los ciudadanos actuar y movilizarnos para que se adopten soluciones verdaderas» añadieron.