«Esta ley tiene poco recorrido», advirtió ayer en el Parlamento navarro la portavoz del PP, Ana Beltrán, que confirmó que el Gobierno español recurrirá por inconstitucional la ley que prohíbe el fracking, que fue aprobada con los votos de PSN, Bildu, Aralar-NaBai, I-E y Geroa Bai, y el rechazo de UPN y PP.

De este modo, el Gobierno de Mariano Rajoy volverá a actuar contra una ley aprobada por el Parlamento navarro, dando a UPN la excusa para no aplicarla. Y eso que La Rioja y Cantabria han aprobado leyes en el mismo sentido. No es el caso del Parlamento de Gasteiz, que ayer excluyó la prohibición del fracking en espacios naturales con los votos de PNV, PSE, PP y UPyD, y el rechazo de EH Bildu, dejando sin efecto la proposición de ley remitida por las Juntas Generales de Araba.

El parlamentario navarro de Bildu Víctor Rubio acusó a Yolanda Barcina, que aprobó el martes una moción a favor del fracking en el Comité Europeo de las Regiones, de ser «más del PP que los del PP» y de acudir «a la puerta de Carmen Alba», la delegada del Gobierno español, para tumbar las leyes que aprueba el Parlamento. Y preguntó: ¿Quién debe decidir el futuro de Nafarroa, el Parlamento y los ayuntamientos o las empresas energéticas?

Txentxo Jiménez, de Aralar-NaBai, alertó de los oscuros intereses que tiene la derecha en el tema de fracking.

UPN cambió su posición, ya que cuando se trató esta ley en comisión se abstuvo y ayer votó en contra. Jerónimo Gómez justificó su postura afirmando que el fracking «puede ser una fuente de riqueza y generador de empleo».

Marisa de Simón (I-E), en cambio, alertó de las consecuencias negativas que puede tener esta técnica para el medio ambiente.