El 16 y 17 de octubre se escenificará en Bruselas una conferencia relacionada con las radios comunitarias y las lenguas minorizadas. Promovido por el eurodiputado de Aralar Iñaki Irazabalbeitia y respaldado por la Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC), este encuentro pretende mostrar en el epicentro de Europa una realidad sociocultural que pone de manifiesto la importancia de los medios de comunicación en el ámbito de las lenguas minorizadas.

AMARC es una asociación que ha desarrollado en los últimos años una intensa labor dentro de estos territorios y ha abogado por motivar todo tipo de debates relacionados con las nuevas normativas en materia de radiodifusión comunitaria. En palabras de la asociación, «en algunos países existen avances legislativos para las radios comunitarias, sin embargo, en muchos otros se mantiene un sistema regulatorio que viola flagrantemente la libertad de expresión».

También ha denunciado en reiteradas oportunidades las prácticas discreccionales y discriminatorias en la adjudicación de frecuencias, donde, por ejemplo, se imponen barreras a las comunidades indígenas, organizaciones sociales y de mujeres que nunca obtienen un acceso equitativo a la hora de poder servirse de un eco mediático, o bien, existen limitaciones técnicas y económicas que impiden su desarrollo comunicacional, situación que deriva, la mayoría de las veces, en el obligado silencio al que son condenadas esas voces que apenas tienen cabida en las grandes y globalizadas corporaciones mediáticas.

El movimiento de radios comunitarias tiene una larga trayectoria en la defensa del derecho a la comunicación. A nivel mundial  los marcos regulatorios de la radiodifusión han perfeccionado la administración de las concesiones como bienes de mercado, favoreciendo la concentración de la propiedad en pocas manos. Por ello resulta muy interesante que en el marco parlamentario europeo, se pongan de manifiesto estas graves irregularidades que también afectan directamente a la difusión de las lenguas minorizadas que, curiosamente, deberían ser priorizadas y defendidas por Europa.