Sofía Coppola ha basado su quinto largometraje en un artículo de la periodista Nancy Jo Sales publicado en la revista «Vanity Fair», sobre la banda adolescente que entre el 2008 y el 2009 se dedicó a asaltar las casas de los famosos en la zona californiana de Calabasas, Woodlands Hills y South Valley. La documentación la completó con los informes policiales y entrevistas a los jóvenes inculpados. Para intentar entender mejor su comportamiento de adolescentes caprichosos, pensó en su propia adolescencia y en las tonterías que cometía en grupo buscando la aceptación del resto, con lo que las anotaciones autobiográficas vuelven a estar presentes.

«The Bling Ring» es una película totalmente consecuente con la obra de Sofía Coppola, y en lo temático se ajusta a aspectos sobre las chicas jóvenes que ya ha tocado en «Las vírgenes suicidas», en «Lost in Translation», «Maria Antonieta» y «Somewhere». El cambio es más estilístico, porque al estar basada en hechos reales, le obliga a utilizar un ritmo narrativo más de noticiero. Aún así, se las arregla para incluir sus característicos planos-secuencia distanciadores, así como tomas ralentizadas de las chicas mientras caminan con sus melenas al viento.

Esas escenas desafiantes del grupo son una parodia de las de películas de mafiosos, porque las protagonistas y el chico que les acompaña, como una fashion-victim más, desfilan por la calle igual que lo harían en una pasarela de moda. Su aspecto es más el de modelos de ropa juvenil que el de una banda de atracadores.

Si asaltan las casas de los famosos es porque quieren que se les pegue algo de ellos, y he ahí el motivo de que se lleven objetos personales de su vestidor o de los armarios y cajones donde guardan los complementos, relojes y joyas. Su mansión favorita es la de Paris Hilton, a la que siempre vuelven, con incursiones puntuales a las de Orlando Bloom, Megan Fox, Rachel Bilson o Lindsay Lohan.