«Mujer conejo» mezcla animación e imagen real en un cuento intercultural
M.I. | DONOSTIA
La interculturalidad es la principal obsesión de Verónica Chen, una cineasta argentina de origen asiático que presentó su película «Mujer conejo» en Donostia, dentro de la sección Zabaltegi, provocando deserciones en la sala.
El problema es que mezcla demasiadas cosas, tales como el thriller sobre mafias chinas, la historia de amor a la carrera, la ciencia-ficción rural y el western pampero.
Para no mostrar una violencia explícita recurre a la animación, inspirándose en el anime japonés, pero con unos resultados técnicos en 2D muy amateur y desligados de la acción.