Más allá de los minutos jugados por cada integrante de la plantilla rojiblanca, la búsqueda de Ernesto Valverde de su particular piedra filosofal se vienen sosteniendo a base de puntos más que de juego, se podría decir, que en los de siempre. Y esos de siempre son los futbolistas que más temporadas acumulan vistiendo la camiseta del Athletic y que son, precisamente, los que mejor tono y más regular están ofreciendo en este esperanzador arranque liguero.

Los capitanes Carlos Gurpegi y Andoni Iraola no solo son los dos hombres que más minutos suman en estas primeras ocho jornadas, sino que como demostraron en el exigente test ante el Valencia, se trata de dos de los leones más en forma. Sobriedad, anticipación, casi perfecto por arriba, el de Andosilla se está ganando el puesto en su última campaña a pesar de que buena parte de la afición apueste por centrales más jóvenes y rápidos, léase Laporte o Ekiza. Como sobresaliente estuvo el de Usurbil ante los chés, atrás, no perdiendo ni una sola carrera ante el rival de turno y arriba percutiendo por banda con su media naranja Susaeta.

Junto a ambos, intocables para Bielsa y otro tanto para Valverde, seguramente por ese poso y esa veteranía que en este Athletic a veces demasiado imberbe siempre es un grado, el citado Markel Susaeta. Le saldrá mejor o peor, acertará o no con su centro o su recorte, pero el eibartarra es un continuo incordio para el rival, y es de los pocos jugadores, quizá el único, que lleva ya las últimas temporadas creciendo de manera paulatina y ganando madurez.

Su ya séptima campaña en el primer equipo avala esas hechuras y exigencia de sostener al equipo cuando como ahora navega en busca de un equilibrio que está costando hallar.

El otro veterano -también séptima temporada- que está apuntalando los resultados en este arranque es el hasta no hace mucho denostado Gorka Iraizoz. Si algo ha ganado el Athletic con Txingurri ha sido en estabilidad defensiva, el navarro lo nota, ya no es ni de cerca el portero que más paradas hace de la Liga, pero las pocas que está haciendo están teniendo mucho mérito. Hay quien sarcásticamente da las gracias a Herrerín por haber propiciado la mejor versión de Iraizoz, pero lo cierto es que junto a Gurpegi, Iraola y Susaeta, Iraizoz es de los pocos que está manteniendo el tipo y crédito de Valverde. On fire, que dirían los ingleses. Enchufados.

Ellos son el mejor apoyo del técnico gasteiztarra, a la espera de que Beñat saque su libreto y comience a dirigir la orquesta, que Muniain consiga sostener alta su nota en el tiempo, y, sobre todo, que Aduriz se reencuentre con la música del gol.

Hasta entonces, los veteranos deberán tirar del carro. Ya lo dijo Santiago Bernabéu, que de fútbol sabía un rato, «no hay jugadores jóvenes o viejos; los hay buenos y los hay malos». Y regulares, habría que añadir.