Tras la aparición en la mañana del miércoles de un cuerpo en un parque del norte de Belfast, en la mañana del jueves se produjo otra muerte violenta, esta vez en Derry, que si bien sin una confirmación oficial, parece también estar relacionada con la actividad armada de disidentes republicanos. En el caso de Belfast la víctima ya ha sido identificada como Kevin Kearney, de 46 años, cuya muerte ha sido reivindicada por parte del grupo armado republicano creado en 2012, autodenominado IRA, surgido de la unión de varios de los denominados grupos disidentes republicanos.

El viceprimer ministro irlandés, Martin McGuinness, apuntó que los responsables de estas muertes aseguran actuar «bajo la noción falsa de que están defendiendo a sus comunidades, pero muchos de estos grupos están involucrados en tráfico de drogas».

Las noticias con respecto al incidente de Derry todavía son más escasas ya que si bien ya se ha identificado a la víctima como Rory McCrory, de 35 años, al cierre de esta edición todavía no había confirmación oficial de cuál puede ser el grupo responsable, aunque todo apuntaba a la misma organización disidente.

A estos dos incidentes cabe añadir las falsas alertas que se produjeron en Belfast y Newtownabbey tras la aparición de sendos paquetes sospechosos que finalmente resultaron no contener explosivos.