Muy cerca de echar a andar, la ACB remitía a los 18 entrenadores de la Liga una encuesta para vaticinar los posibles resultados de la temporada 2013/14. Todos, absolutamente todos, incluyendo a Xavi Pascual y Pablo Laso, aunque estos abrían el abanico un poco más, ponían al Real Madrid y al Barcelona como favoritos indiscutibles para ganar.

¿Cuáles eran las alternativas a ese poder? Básicamente... nadie. Por mucho que Pascual explicase que «nunca hay un máximo favorito, aunque cierto es que el vigente campeón suele salir con esa etiqueta y hasta que alguien no demuestre lo contrario lo son» y Pablo Laso replicase con «estos seis equipos creo que pueden pelear por el título: Barcelona, Laboral Kutxa, Bilbao Basket, Unicaja, Valencia Basket y Real Madrid», lo cierto es que hay un poder tiránico de los clubes futboleros que, a día de hoy, en vísperas de arrancar la competición, parece irrompible.

Dejando de lado a los equipos vascos, con un Laboral Kutxa Baskonia que querrá arrimarse a los grandes y un Bilbao Basket que busca no perder el tren de los play offs, solo Valencia Basket y Unicaja parecen preparados para asaltar el Palacio de Invierno futbolero. Claro que, estos dos clubes llevan años insinuando tal asalto, y los malagueños hasta ganaron una Liga, pero en estos últimos años, nada de nada.

En Valencia esperan que este año al fin sea que sí. Ya el año pasado llegaban a la final de Copa, pero pinchaban en los play offs frente al CAI Zaragoza. Jugadores como Lucic, Van Rossom, Aguilar, Sato o Lafayette han reforzado el plantel de Velimir Perasovic, y ya en su último partido, en el que apabullaron a Cajasol por 40 puntos, demostraron que por potencial, con Ribas, Dubljevic, Doellman o Rafa Martínez, optan a todo, o casi. Mientras, en Málaga inician otro proyecto. Joan Plaza llega del Zalgiris, y con él se trae a Kuzminskas, pero también a Caner-Medley, Chimpa Suárez, Ryan Toolson, Granger, Stimac o Hettsheimeir, para que el verde malagueño luzca tras años de oscuridad. Por de pronto, ya tienen la plaza de Copa asegurada, y a poco que afinen en el juego -con Zoric, Vidal, Vázquez o Calloway de veteranos-, ganar en el Martín Carpena costará.

El CAI Zaragoza y Gran Canaria serían el cuarto y quinto en discordia entre los outsiders. Ambos alcanzaban las semifinales de los play offs y, sin hipotecar su futuro, han hecho equipos de nivel, capaces de dar muchos sustos, sobre todo al tener unas aficiones entregadas a ellos. Así, los Shermadini, Pere Tomàs, Tabu o Sanikidze pueden reforzar a la escuadra maña, mientras que la llegada de Nacho Martín a la escuadra «pío, pío» compensa la marcha de Nelson, junto con los fichajes de O'Leary y el escolta Hansbrough, enésima apuesta grancanaria en tiradores que ha sacado a English o Carroll.

Juventud, divina oferta

A partir de ahí, el resto de equipos se dividen entre los que buscarán huir del descenso -o de la última plaza, que no es sinónimo en la ACB- o sorprender. Como un Valladolid que vuelve a salir nadie sabe cómo, un Manresa que apuesta por la juventud porque no tiene para apostar por más, o un CB Canarias que intentará prolongar la buena imagen ofrecida la pasada temporada. Murcia intentará no pasar apuros, mientras que el Obradoiro rezará para que «el alquimista» Moncho Fernández vuelva a hacer magia.

Mientras, equipos como Cajasol, a las órdenes de Aíto García Reneses, Estudiantes, con Vidorreta al mando, y el Joventut, dirigido nuevamente por Salva Maldonado, han apostado por la juventud como divino tesoro e inversión de futuro. Así, jugadores como Franch, Satoransky, Sastre, Porzingis, Balvin y Willy Hernangómez tendrán minutos en Sevilla; Alex Suárez, Vives y Barrera adquirirán importancia en Badalona, mientras que Vidorreta deberá hacer crecer a gente como Lucas Nogueira, Guerra, Edgar Vicedo, Jaime Fernández, Juancho Hernangómez e incluso al donostiarra Darío Brizuela. La excepción quizá sea Fuenlabrada. «El mejor equipo de Toledo» se ha reforzado con Panko, el pívot Marcus Arnold y el alero Mejeris.

Siempre habrá alegres sorpresas, ¿pero habrá quien tosa a los futboleros? Quien firma, brindaría con champán.