Crónica | Tres alcaldes vascos
Mendoza (Bildu) marca un camino por el que avanza Santano (PSE)
La mesa redonda entre tres alcaldes de Bildu, PSE y PNV era la que más morbo suscitaba, y ello hizo aún más sorprendente su desenlace. Afloraron grandes coincidencias en contenido y tono, sobre todo debido a la intervención de José Antonio Santano, que hizo una apología de los avances sin esperar a ETA y del diálogo que contrasta con la tesis general de su partido.
Ramón SOLA
Los medios que habían desertado mayoritariamente de esta conferencia tras el acto de apertura regresaron a media tarde, para escuchar el debate a tres entre sendos alcaldes de Bildu, PSE y PNV. Suscitaba cierta expectación, sobrealimentada por la posición reacia que ha tomado el PSE ante esta conferencia. Sin embargo, luego fue paradójicamente la intervención de José Antonio Santano, su alcalde en Irun, la más elocuente y la que con más claridad reflejó el nuevo tiempo existente y las posibilidades de avanzar cuando hay voluntad para ello.
El PSE ha descalificado o bien menospreciado como propagandística esta cita. Por contra, Santano se deshizo en elogios hacia la iniciativa de Izagirre, al que agradeció vivamente el minuto de silencio por todas las víctimas realizado en el acto inaugural, tras apuntar que él mismo se lo había propuesto.
Todo lo demás que dijo sonó positivo y constructivo. Situó el fin de la lucha armada hace dos años como el elemento clave («me siento libre»), pidió «arrimar el hombro y aprovecharlo» y planteó que la no-desaparición de ETA «no nos impida avanzar». Para el regidor de Irun, «hay que hablar con el adversario y enemigo, porque es con ese con el que hay que tender puentes, con los amigos ya hablamos todos los días». Y acabó así: «Me gustaría que este encuentro no acabara aquí. Creo que nos hemos puesto ya de acuerdo en una cosa: no somos enemigos».
Quien habló con hechos y no con palabras hace ya casi un año fue el alcalde de Errenteria, Julen Mendoza, de Bildu. Ayer detalló los entresijos del ciclo Eraikiz, que reconoció como «un éxito», sobre todo por haber reunido en la misma sala «a 300 personas con diferentes ideas y tipos de sufrimiento». Ninguno de ellos quedó fuera, porque «si queremos construir la paz, no podemos negar ningún sufrimiento». Destacó que «fue un ejercicio no-impuesto, inclusivo y acordado» y que probó la necesidad de «humanizar la política» y «abandonar la lógica del tira y afloja».
En la misma onda se ubicó el discurso de Alfredo Etxeberria, alcalde de Elgoibar por el PNV. Dio cuenta someramente de las iniciativas de su ayuntamiento (reconocimiento a las víctimas en la primera legislatura y «talleres entre diferentes» en esta segunda). Y por encima de todo reivindicó el diálogo: «Con el enemigo, claro, ¿con quién vas a dialogar si no?», respondió a un asistente que preguntó cómo se habla con quien te prohíbe manifestarte. Está seguro de que «tarde o temprano, todos nos vamos a sentar en la misma mesa, esto no tiene vuelta atrás».