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ENTREVISTA | Martin Garitano, diputado general de Gipuzkoa

«Solo el cambio en rentas de capital hará perder diez millones a los guipuzcoanos»

Probablemente, Martín Garitano (Bergara 1963) es el diputado general más conocido fuera de su propio herrialde. Desde que Bildu llegó al Gobierno foral, cada movimiento que se produce en el territorio tiene enorme repercusión mediática y política, casi siempre a la contra. Sin embargo, según explica, en Gipuzkoa los indicadores son mejores que a su alrededor y, además, pretenden beneficiar a la mayoría. Ese parece ser uno de los problemas: haber puesto coto a intereses privados.

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Iñaki IRIONDO

El diputado general de Gipuzkoa, Martin Garitano, acaba de participar en la Conferencia Internacional «Construyendo la paz desde el ámbito local», sobre la cual destaca que «supone la reválida política a la vía abierta hace dos años en Aiete, una vía que la sociedad vasca ha asumido que es el camino para alcanzar la paz y la normalización política definitiva. Corresponde a otras fuerzas políticas que no han estado presentes en esta ocasión, y que estuvieron con dudas hace dos años, explicar cuál es la alternativa que ofrecen. La iniciativa del alcalde de Donostia ha sido un acierto y así lo percibe la sociedad».

Se ha criticado que la cita no tenía un objetivo concreto...

El objetivo es afianzar una apuesta decidida y definitiva por la paz y la normalidad política. Ahí todo puede sumar. Por ejemplo, el jueves organizaremos unas jornadas sobre justicia transicional. Hay que aportar. Estamos en una situación de bloqueo inquietante por la actuación del PP y la complicidad del PSE. La sociedad debe movilizarse, los agentes políticos han de activarse, para que la apuesta por la paz sea irreversible.

El lehendakari también habla de bloqueo, pero la receta que ofrece para desbloquear el atasco es que ETA se desarme...

Resulta paradójico que solo ETA haya cumplido con la Declaración de Aiete, mientras que los estados no lo han hecho, y que algunos pidan más pasos al único que se ha movido.

En el pleno de política general de las Juntas Generales hizo un llamamiento al PNV ¿Qué sentido tiene?

Las fuerzas que dicen estar comprometidas con la construcción nacional en claves de normalidad política, de paz, de autodeterminación, de existencia de este pueblo, deben colaborar para que esto se materialice. No podemos estar permanentemente prorrogando el día de la decisión. Decir que será en 2014 cuando vamos a decidir nuestro futuro; cuando se acerca esa fecha, retrasarlo a 2015; y ahora oímos que el lehendakari apunta a 2020... No podemos estar permanentemente dando vueltas en esa rotonda sin avanzar.

Pero lo que el PNV ha hecho ha sido firmar un pacto con el PSE y sumar al acuerdo fiscal al PP...

Por sus hechos se ve que está en el ADN del PNV, cuando se acerca la hora de la verdad, pactar con quienes no reconocen la existencia del pueblo vasco.

Luego, ese llamamiento al PNV parece o retórico o un ataque de celos ante el hecho de que haya pactado con el PSE...

Es un emplazamiento lleno de buena voluntad. El PNV tiene mucho que decir en el ámbito de la paz y la normalización, y deberíamos tenerlo de compañero en la `vía vasca', en la que nadie está de más. El sentido común dice que ese es el camino, y no el pacto con los que niegan la existencia de este pueblo.

Dice el PNV que Bildu está desorientado porque le ha roto la idea del «gran pacto de izquierdas» que tenía con el PSE...

Bildu tiene muy claras sus ideas en el ámbito de la izquierda y la construcción nacional. Hicimos un pacto de orientación de izquierda en el ámbito fiscal cuando el PSE, en Gipuzkoa al menos, mantenía posiciones de progreso. Y estamos dispuestos a hacer un gran pacto de construcción nacional con quien quiera sumarse. Si el PNV quisiera, estaríamos encantados.

PNV y PSE defienden que su pacto fiscal es muy similar al de Gipuzkoa. ¿Por qué lo niegan ustedes?

No es razonable pensar que PP y PNV puedan hacer un pacto de izquierdas en torno a la fiscalidad. El PSE ha quedado desairado, al menos en Gipuzkoa, porque el cambio es cualitativo. En el pacto que alcanzamos con el PSE en Gipuzkoa -porque Bildu quería ir mas lejos- buscábamos aumentar la progresividad del sistema fiscal y lo que han acordado ahora no solo frena en seco el avance, sino que lo hace retroceder.

¿Cuáles son esas diferencias?

En algunos casos se han apropiado de la terminología, pero luego le dan un contenido muy diferente. Por ejemplo, en el ámbito de las rentas de capital, quien más tiene más se va a beneficiar, mayor rebaja va a tener ahora. Quiero recordar que, cuando empezamos, el presidente del EBB nos acusó de demagogia por decir que quien más tiene más debe pagar. Ahora, como lehendakari, lo ha dicho él mismo. Pero eso son las frases y otra cosa es lo que dictan las normas que preparan.

¿Por ejemplo?

Con la propuesta sobre las rentas de capital, que son los intereses, los dividendos de acciones... nos copian la escala -aunque ahora el PP ha metido otro tramo- pero cambian las cantidades. Eso supone que, con los cambios, una persona que cobra 1.000 de intereses, que ya es cobrar, pagará 10 euros menos. Pero la persona que gana 20.000 euros de intereses, dejará de pagar 400 euros. Es decir, cobrando 20 veces más, lo que deja de pagar se multiplica por 40. Por eso decimos que es un impuesto regresivo.

¿Tiene eso mucho impacto?

Solo ese cambio de tramos va a hacer perder a Gipuzkoa unos diez millones de euros al año. Sobre los 3.700 millones que recaudamos anualmente puede parecer que no es mucho. Pero esos diez millones que van a dejar de pagar las personas más ricas del territorio, las que están en condiciones de hacer una aportación mayor en tiempos de crisis, son diez millones que la Administración no podrá gastar en promoción económica, empleo, servicios sociales... Eso es la política del cangrejo fiscal.

Está también pendiente la reforma del Impuesto de Sociedades que plantea la Diputación...

Nosotros vamos a llamarle Impuesto sobre Beneficios de las Sociedades, porque se paga solo sobre los beneficios. Y lo que pretendemos corregir es que vemos que las pequeñas empresas son las que pagan cuando tienen beneficios, mientras que las grandes consiguen no pagar casi, porque la letra del impuesto actual está concebida así.

Pero PNV, PSE y PP tienen otra alternativa...

Que recoge una por una todas las propuestas que hizo Adegi en la ponencia de Gipuzkoa para que las empresas no paguen nada. Es como si la patronal hubiera redactado esa norma. No quieren pagar nada pero sí beneficiarse de todos los servicios públicos y de las ayudas.

Por lo que se ve, el PSE va a encontrarse ahora en la circunstancia de votar contra lo aprobado por él mismo...

Puede encontrarse en la circunstancia de haber hecho una apuesta con Bildu, que yo entiendo que era buena, y ahora tener que votar con la derecha contra su propia propuesta, pero esas explicaciones le corresponde darlas al PSE.

¿Tiene la Diputación alguna posibilidad de bloquear ese acuerdo tripartito?

Podemos presentar alegaciones, pero son las Juntas Generales las que deciden y, sumando todos los partidos, tienen 28 escaños sobre 23. Eso sí, serán PNV, PSE y PP quienes deberán dar explicaciones cuando dispongamos de menos recursos para ofrecer servicio a la ciudadanía. Y, además, esta es una reforma que se ha decidido fuera de Gipuzkoa. Primero entre las cúpulas de los partidos y luego, los últimos retoques, entre los diputados de Hacienda del PP de Araba y del PNV de Bizkaia. Se ha ninguneado a las instituciones guipuzcoanas.

Pues la oposición acusa a la Diputación de no hacer ni caso de lo que se aprueba en JJGG...

Los datos dicen exactamente lo contrario. Si comparamos el grado de cumplimiento de las propuestas de Juntas y las respuestas de información de la legislatura pasada a esta, esa acusación se cae por su peso.

Y en los peajes de las carreteras, ¿podrán llegar a algún tipo de acuerdo?

Estamos trabajando con el sector del transporte, que está sufriendo la crisis de una forma lacerante. Estamos tratando de acordar qué tipo de solución damos al transporte pesado por carretera. Sin arreglar esa cuestión, no tiene sentido entrar a hablar del tráfico ligero. En cualquier caso, la realidad es que hoy por hoy Bidegi, la empresa pública que gestiona las carreteras, debe 900 millones y que tenemos una deuda acumulada para el mantenimiento de carreteras de en torno a 150 millones de euros. Y los contratos de Bidegi dicen que si la empresa no puede pagar lo tiene que hacer la Diputación. Tenemos que hacer frente a esa deuda que nosotros no hemos generado. Es parte de la oposición, el PNV, quien provocó esa deuda y a nosotros nos toca pagarla, porque es inevitable. Y no hay otra forma de pagarla que cobrando por el uso de las carreteras, porque, si no, no hay forma humana de afrontar esa deuda, salvo que lo quitemos de todos los guipuzcoanos cerrando residencias, restando servicios sociales o ayudas a quien más lo necesita. Estamos tratando de que el pago sea equilibrado entre el conjunto de los guipuzcoanos, es decir, que no paguen mucho en unas comarcas y nada en otras. Y hay que recordar que el tope de pago por autopistas y resto de carreteras para los guipuzcoanos es de 25 euros mensuales. El sistema Arkupe nos parece el más barato y el más cómodo.

Pero a la oposición no le gusta...

Pues habrá que preguntarles cuál es su alternativa, que hasta ahora no ha dado asomo de tener una alternativa concreta. Es un tema que se presta a la demagogia y se está utilizando de forma irresponsable, y mucho más por parte del PNV, que es quien ha generado la deuda.

En materia de residuos, se está intentando lograr un acuerdo con las empresas que iban a construir la incineradora. ¿Cómo van esas negociaciones?

Hay voluntad y buena disposición por ambas partes. Tenemos claro que la incineración es un mal sistema. Con un sistema ordenado, sano y sensato de recogida de residuos, la incineración no tiene sentido. No habrá siquiera material suficiente para encender ese horno. Europa nos dice bien claro que lo que hay que hacer es generar menos, reciclar y reutilizar. Esa es la escala de valores que marca la UE y que creemos lógica y de aplicación en Gipuzkoa. A partir de ahí, triste papel el de la oposición que utiliza este tema que debiera ser técnico y de cultura para hacer oposición a Bildu. Y en los pueblos en los que ya se han aplicado sistemas selectivos de recogida de basura en Gipuzkoa, la polémica artificial que ha generado la oposición y sus falsos mitos han desaparecido prácticamente.

«Se ha acabado el despilfarro y que de la cartera de todos se enriquezcan unos pocos»

¿Una acción concertada de la oposición pueden llevar a la Diputación a someterse a una cuestión de confianza?
A nosotros la confianza nos la dio una gran mayoría de guipuzcoanos y guipuzcoanas, y nuestra reválida será en las elecciones. Y si la oposición tiene otros planes, que haga lo que crea que tiene que hacer. ¿Una moción de censura? Están en su derecho. Las mayorías y minorías son las que son. Nosotros tenemos el apoyo de 23 y sumando todo el arco parlamentario de la oposición, todo, llegan a 28. Pero tendrían que explicar qué es lo que tienen en común.

Pueden tener en común tumbar un gobierno que dicen que trae a Gipuzkoa las siete plagas de Egipto...
Esas plagas no arrasan Gipuzkoa, por mucha propaganda que hagan. De haber llegado a alguien, habrá sido a los especuladores del dinero público o a los defraudadores. Nosotros defendemos los intereses de la mayoría, de las clases populares, y lo estamos haciendo razonablemente bien. Quienes se revuelven son los que en años han defendido los intereses de una minoría.

¿Está entonces usted satisfecho del balance de estos años de gobierno?

En medio de la crisis que padecemos desde hace años, vemos que Gipuzkoa está campeando el temporal mejor que otros territorios, incluso vecinos y hermanos. El paro es del 11%, frente al 27% del Estado español. En fiscalidad hemos dado pasos adelante, aunque ahora los quieran desandar. En Bienestar Social hemos hecho una política que yo diría que, más que meritoria, es excelente. Estamos trabajando bien en el tema de las infraestructuras públicas. Se ha acabado el despilfarro y el enriquecimiento de unos pocos a costa de la cartera de todos. Estoy muy satisfecho a pesar de que contamos con un frente político y mediático que hace que algunos días no se pueda ver bien el trabajo que hace la Diputación, pero estamos haciendo una política cercana a la ciudadanía, con procesos participativos, y la sociedad lo aprecia.

Viendo y escuchando algunos medios, incluso medios públicos, no lo parece...
No sé si alguna vez se ha hablado tanto de la Diputación de Gipuzkoa como desde que la gobierna Bildu. Tengo la impresión de que algunos se han obsesionado con que la izquierda soberanista gobierne instituciones importantes, de mucho presupuesto, y esa obsesión les ha llevado a estar criticando día sí y día también hechos que son absolutamente normales. Un día nos dicen que sube el paro, cuando no es cierto, al día siguiente que baja el turismo, que tampoco es cierto. Hay un punto de obsesión en todo eso.

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