Regularidad. El concepto clave en una competición como la Liga, en la que hay encuentros marcados en rojo, pero en la que, sobre todo, se trata de ganar, o al menos puntuar, con asiduidad y empalmar las rachas más largas que sea posible.

Esa búsqueda de la continuidad define la situación en la que Athletic y Real afrontan la sexta jornada. Aunque realmente no sea un objetivo en sí, sino un medio para alcanzar y hacerse un hueco en el tren, aunque los vagones no coincidan.

Mira claramente a la locomotora la escuadra rojiblanca que, tras su tropiezo en su último desplazamiento a Vallecas, ha cedido terreno respecto al todopoderosísimo Barcelona. De ahí que los errores estén vetados para el equipo de Juan Luis Fuentes, que ayer viajó a Zaragoza con la victoria como única aspiración. Más aún teniendo en cuenta que a la visita al Prainsa le seguirán el choque frente al Levante Las Planas, un fin de semana de parón y un calendario inmediatamente posterior que enfrentará a las rojiblancas con cuatro de los mejores equipos de la categoría.

De ahí que Fuentes considere la cita de este mediodía «muy importante para nosotras. No vamos a decir que los puntos sean obligados, pero sí los necesitamos para seguir bien arriba, y también necesitamos volver a ganar fuera. El próximo partido en casa se puede entender que tendremos menos dificultades para ganarlo, aunque hay que jugarlos todos. Pero sí que son importantes para llegar bien al parón, coger aire, recuperar gente y afrontar después ese calendario con confianza y con casi todas las jugadoras en buenas condiciones», explicaba.

Y es que las bajas vuelven a protagonizar la previa del encuentro para el Athletic, que sigue sin poder contar con las lesionadas Saioa, Arrate, Amaia Olabarrieta y Nekane -que viajó, pero no jugará-, además de Irune Murua, que cumplirá su segundo partido de sanción.

«Están faltando jugadoras habituales, pero estoy satisfecho del trabajo que están haciendo las jugadoras que están actuando en su lugar. Han estado bien en estos partidos, como también lo estuvieron el año pasado cuando tuvieron la oportunidad. Tenemos una plantilla suficiente y de calidad, estoy tranquilo en ese sentido».

En lo que respecta al rival, Fuentes admite que ha perdido a jugadoras importantes «pero también se ha reforzado. Yo creo que el equipo todavía está por hacerse un poco y ahora mismo es capaz de lo mejor y de lo peor -señala-; te pueden hacer mucho daño pero tú también se lo puedes hacer. Por eso es un partido en el que tenemos que estar muy atentas, porque ofensivamente son muy buenas, pero defensivamente les está costando, aunque estén encajando menos que otras temporadas a estas alturas», advirtió.

A un punto

Si el Athletic busca mantener el ritmo del líder, la Real intentará hoy meterse por primera vez esta temporada en posiciones coperas. Por el mismo medio, el de la continuidad, tras haber acabado con su bache inicial para celebrar dos victorias de manera consecutiva.

Si la primera, frente al Sant Gabriel, le permitió abandonar los puestos de descenso y desterrar cualquier asomo de duda, la segunda, ante el Huelva, le hizo escalar posiciones y, sobre todo, confirmarle que no va a ser una mera comparsa. La tercera también puede tener premio inmediato porque el Sevilla «solo nos lleva un punto, así que si ganamos les vamos a adelantar», recordaba Idoia Agirre. Es decir, la Real acabaría la jornada como mínimo en la primera plaza, aunque también podría ser en la octava. «Además sería enlazar nueve puntos... Va a ser muy difícil, pero queremos ganar y saldremos a ganar», subrayó la jugadora txuriurdin.

Enfrente estará un Sevilla que el año pasado ya superó con éxito su debut en la categoría y que llega a Zubieta, al igual que su anfitrión, con dos triunfos consecutivos a sus espaldas.

Del resto de la jornada cabe destacar el derbi madrileño entre Rayo y Atlético, así como las incógnitas en torno al Barcelona. El líder visita a un rival teóricamente asequible -el recién ascendido Oviedo Moderno, con un solo punto, acompaña en puestos de descenso al Espanyol-, pero habrá que ver si le pasan factura los noventa minutos que disputó el miércoles en el duelo de Champions frente al Brondby y la tensión del decisivo partido de vuelta que disputará la próxima semana.