Pizarrín
Antonio ALVAREZ-SOLIS | Periodista
El ministro don Cristobal Montoro ha dicho a los diputados en un pleno parlamentario que los salarios no han bajado sino que solamente han moderado su subida y que estaba dispuesto a demostrarlo en una pizarra. Al asegurar tal cosa ante la oposición su ira resultaba patente No le faltó más que revestir una armadura y acometer a los legisladores. El Sr. Montoro es el resultado de un cruce entre la imaginación andaluza y la fiereza cántabra, tierra en la que ejerció la cátedra de una asignatura que, según parece, no domina: la de Hacienda. Claro que a continuación de lo dicho con absoluta firmeza, el Sr. Montoro aclaró que se refería a los trabajadores con convenio, a los que atribuyó un aumento del 0,6% en este ejercicio, cantidad de la que no descontó, sin embargo, la inflación, fijada en más del 1%.
Ahora bien: ¿Cuántos trabajadores cobran un salario, con el mínimo congelado además, no sujeto a convenio?
(Nota al margen. Dijo Petronio: «La mujer del César es vieja, fea y virtuosa ¡No puede darse peor combinación!» ¿Es el Sr. Montoro como la mujer del César?)
El PP está destruyendo a España hasta el punto de que sucesos como el relatado firman la aniquilación de las más históricas características atribuídas a los españoles, como es, por ejemplo, la del heroísmo. Un pueblo que aguanta una afirmación como la del ministro ¿puede decir de si mismo que es heroico? ¿Han renunciado los españoles al goyesco momento de los fusilamientos de la Moncloa por defender a la patria? No lo sé. Lo único que sé es que los trabajadores cada vez viven peor. ¿Puede justificar tal cosa que los trabajadores vayan al Ministerio para coger al ministro por las orejas, cosa que por otra parte no parece revestir dificultad alguna?