El presidente de la Real Sociedad SAD, Jokin Aperribay, tiene previsto presentarse con su Consejo de Administración a su reelección en la Junta General de Accionistas que debe celebrarse antes del 20 de diciembre con el claro objetivo de culminar todo el trabajo desarrollado para la conversión del estadio de Anoeta en un campo.

Las próximas semanas serán importantes tanto por la convocatoria de la Junta, que debe realizarse con un mes de antelación a su celebración, como para los trámites que se siguen para retirar las pistas del estadio de Anoeta y ampliar su aforo.

Desde que el ayuntamiento de Donostia aprobó por unanimidad en enero la modificación del Plan General Urbanístico que permitirá la reforma de Anoeta y la del Miniestadio para compensar la retirada de las pistas del estadio, el Consejo ha realizado un trabajo intenso y en las últimas semanas da la sensación de que se han producido avances muy significativos.

El mayor obstáculo que se ha encontrado por el momento este propósito del Consejo es el recurso presentado ante el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco por el ex concejal de Urbanismo en el Ayuntamiento donostiarra Javier Olaverri, que se opone a la remodelación. Tanto el ayuntamiento de Donostia como la Real esperan que este recurso no prospere y, a partir de ahí, la clave está en la financiación de las obras.

El mejor fichaje para la Real

Los ingresos conseguidos por la Real con el traspaso de Asier Illarramendi al Real Madrid y la clasificación para la Liga de Campeones resuelven una parte importante del problema de la financiación porque Jokin Aperribay siempre ha dejado claro que el nuevo Anoeta será el mejor fichaje para el club para poder competir con el Athletic tras su paso al nuevo San Mamés.

Los ingresos de la Real está temporada superarán los noventa millones de euros, casi se doblan los de la temporada anterior por estas dos partidas, y los gastos estarán entre los 55 y 60. La diferencia podría destinarse a asumir una parte importante del coste de las obras, porque el Consejo entiende que el campo es una inversión clave que va a permitir a la Real aumentar sus ingresos ordinarios.

Además el proyecto de financiación con el que trabaja la Real incluye el aprovechamiento de las cuatro torres que se van a levantar en las esquinas del campo para sostener la nueva cubierta. Por lo menos una de ellas sería destinada a un hotel. El dinero que pagaría la cadena que gestionaría ese hotel cubriría otra parte importante y se está en conversaciones con los dueños del estadio, las instituciones y con Kutxabank para ver la fórmula de completar la inversión necesaria y para poder financiar el nuevo Anoeta.

Optimismo, pero con prudencia

Todos esos factores implican que haya mucho optimismo en la materialización de un objetivo histórico de la Real en los últimos años, pero los agentes implicados trasmiten prudencia porque hay muchos aspectos que están aún por concretar.

Pero en eso trabaja Aperribay y de esa manera se siente obligado a presentarse para ser reelegido como presidente en diciembre para poder culminar todas las gestiones realizadas.

Es tal la importancia que le da a convertir Anoeta en un campo de fútbol que fuentes cercanas al presidente indicaban ayer a GARA que no es que Jokin Aperribay esté dispuesto a seguir para conseguir ese objetivo, sino que solo seguiría si en las próximas semanas ve que las gestiones que realizará permiten poder cumplir su propósito.

Por eso hasta diciembre serán meses muy intensos en lo deportivo en la Real, al compaginar Liga y Champions y debutar en la Copa, pero más en los despachos porque el futuro de Anoeta y la renovación del Consejo van íntimamente relacionados.