PODRAVKA 29

BERA BERA 18

Aunque la ventaja de 11 goles parece excesiva, esto es lo que hay, y esto es Europa. Cada equipo saca partido de lo que tiene, sobre todo en casa, donde quien más quien menos goza de cierto favor arbitral, y como no tengas recursos para contrarrestarlo te pueden atropellar. Eso le pasó ayer a Bera Bera. Sus recursos físicos son muy limitados para jugar a este nivel, y apenas cuenta con recambios en el banquillo para mantener el ritmo de su juego. Si te encuentras con una pareja arbitral que deja utilizar el área a tu rival a su antojo, tanto para defender a tus pivotes por detrás como en casi todas las ayudas a las penetraciones, rompiendo de esa forma tus mejores bazas ofensivas, solo queda aguantar el chaparrón.

Los primeros 13 minutos de partido fueron esperanzadores, a pesar de que Bera Bera entró un poco descentrada al partido. Pero las croatas se mostraban un poco atolondradas e inexpertas, y en cuanto Bera Bera se asentó un poco pareció capaz de plantar cara, e incluso más, aunque para entonces la exportera de Itxako Milenkovic ya había encadenado varias paradas, que le hicieron crecerse para acabar siendo casi infranqueable.

Pero en el minuto 13.00 la pareja arbitral señalaba penalti y exclusión de Núñez -visto el criterio que siguieron luego, fue bastante rigurosa- y, para cuando volvió la pivote canaria, Bera Bera había perdido el norte y encajado tres goles de contraataque en segunda oleada tras perder tres posesiones de balón.

Con cuatro goles de ventaja, las jóvenes croatas se crecieron, en especial la lateral zurda Zivkovic, que hizo mucho daño con sus lanzamientos en suspensión. La defensa donostiarra empezó a flojear, en el juego de ataque la primera línea no podía con la corpulenta barrera croata ni con el criterio arbitral -Ana Martínez estuvo especialmente desdibujada, quizá acusando el viaje-, y el partido se empezó a romper sin remedio.

Tras el descanso Bera Bera no encontró la forma de reaccionar. Milenkovic se beneficiaba de las malas posiciones de lanzamiento a las que obligaba la defensa de Podravka, y Zivkovic regalaba a sus aficionados varios goles en suspensión y a la escuadra que Temprano no podía detener. El partido se puso cuesta abajo para el Podravka, que llegó a ganar por 13 goles (27-14) ante un Bera Bera cada vez más abatido físicamente y desesperado ante la barrera croata y la permisividad arbitral.

Pese a todo, el equipo no dejó de intentar hacer bien las cosas, insistiendo en sus movimientos ofensivos, en espera de que den mejores resultados en futuros compromisos. Y la juvenil Etxeberria estuvo a punto de inaugurar su casillero en Europa, pero su gol llegó fuera de tiempo.