La Unión Africana pide al TPI que suspenda los juicios contra sus líderes
Aunque no llegó a plantear la retirada colectiva del Tribunal Penal Internacional de la Haya con la que habían amenazado varios líderes africanos, la Unión Africana demandó el aplazamiento de los procesos emprendidos contra el presidente y vicepresidente de Kenia, y que se desestimen los cargos contra el presidente sudanés, defendiendo la inmunidad de los dirigentes en ejercicio de su cargo.
GARA | ADDIS ABEBA
La cumbre extraordinaria de jefes de Estado y de gobierno africanos celebrada en Addis Abeba defendió que los dirigentes que se encuentran ejerciendo su cargo gozan de una inmunidad y no deben ser llevados ante un tribunal internacional durante su mandato.
En su resolución final la Unión Africana «solicita la suspensión del proceso contra el presidente y el vicepresidente de Kenia en virtud del artículo 16 del Estatuto de Roma», tratado fundador del TPI, que permite al Consejo de Seguridad de la ONU imponer al TPI la suspensión de una investigación o enjuiciamiento por un período de un año, renovable anualmente.
La UA pide que este aplazamiento se produzca antes del inicio del juicio por crímenes contra la humanidad contra el presidente de Kenia, Uhuru Kenyatta, previsto para el 12 de noviembre en La Haya. El juicio a su vicepresidente William Ruto -y al locutor de radio Joshua Arap Sang- comenzó el 10 de setiembre pasado.
La organización estima que Kenyatta no debe acudir a La Haya hasta que no se reciba respuesta a estas peticiones.
Kenyatta y Ruto, elegidos en marzo, son los primeros dirigentes en ejercicio juzgados por el TPI, procesados por sus responsabilidad en la violencia que siguió a las anteriores elecciones a finales de 2007 y que causó más de un millar de muertos
La propuesta de la UA también incluye proponer al Consejo de Seguridad la desestimación de los cargos contra el presidente sudanés, Omar al-Bashir, sujeto a una orden de arresto por crímenes de guerra, lesa humanidad y genocidio en Darfur (oeste de Sudán). «No debe haber ningún proceso debe ante un tribunal internacional contra un jefe de Estado o de Gobierno en ejercicio», sostiene la UA, que denuncia «la politización y el abuso de las acusaciones contra los líderes africanos por parte del TPI» .
El artículo 27 del Estatuto de Roma prevé explícitamente que «ninguna cualidad oficial» -incluyendo la de jefe de Estado - o inmunidad puede invocarse en contra el TPI, pero la presidenta de la Comisión de la UA, Nkosazana Dlamini-Zuma, afirmó que la UA también estudia solicitar la reforma de este artículo.
Kenia ha colaborado hasta ahora con sus compromisos con el TPI, pero tras las elecciones, sus mandatarios se resisten a continuar el proceso.
«Juguete de imperialistas»
En su discurso en la cumbre, Kenyatta calificó al TPI de «juguete de los poderes imperialistas en declive». «Este tribunal actúa a demanda de los gobiernos europeos y americano, contra la soberanía de los estados y pueblos africanos. La gente califica esta situación de `persecución racial' y tengo grandes dificultades en estar en desacuerdo. Todo el mundo salvo África parece exento de rendir cuentas», opinó. «Los estadounidenses y los británicos no tienen que preocuparse de ser responsables de crímenes internacionales. Aunque algunas normas del derecho internacional parecen absolutas, sólo se aplican a los países no occidentales», añadió.
El primer ministro etíope y presidente de la UA, Hailemariam Desalegn, ya utilizó el término «persecución racial» para denunciar el hecho de que el TPI solo ha inculpado y juzgado a africanos desde el comienzo de sus trabajos en 2002. Para Davis Malombe, vicedirector de la Comisión keniana de derechos humanos, la demanda de aplazamiento «no es más que otra tentativa de hacer descarrilar y retrasar la justicia para las víctimas de Kenia», y el ex secretario general de la ONU Kofi Annan aseguró que la propuesta busca más proteger a los líderes que a las víctimas.
«El pueblo keniano eligió a sus líderes sabiendo perfectamente el asunto del TPI. Así que no le compete a nadie decir a Kenyatta y Ruto que no pueden dirigir su país a consecuencia de los cargos en su contra», afirmó la presidenta de la Comisión de la UA, Nkosazana Dlamini-Zuma.
Defensores de los derechos humanos subrayan que la justicia keniana no ha juzgado más que a un puñado de ejecutantes y a ningún responsables de cualquier tipo de violencia que causó la muerte de más un millar de muertos y más de 600.000 desplazados a finales de 2007 y principios de 2008.
El TPI ha abierto procesos en ocho países. En Kenia, están procesados el presidente, Uhuru Kenyatta y su vicepresidente, William Ruto y hay una orden de arresto contra Walter Barasa. El expresidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, está encarcelado en La Haya. Su esposa está detenida en Costa de Marfil, que se niega a trasladarla a La Haya. El TPI ha emitido una orden de arresto contra Charles Blé Goudé, próximo a Gbagbo. En Libia, Seif al-Islam, hijo de Muamar Gadafi y el que fuera jefe de sus servicios de inteligencia, Abdullah Senussi, están detenidos, pero el TPI ha cedido y admite que este último sea juzgado en el país. En Sudán se procesa a seis personas, incluido el presidente, Omar el-Beshir, por la violencia en Darfur. En la República Democrática del Congo el jefe de la milicia Thomas Lubanga fue condenado a 14 años de prisión por el uso de niños soldados. Otro líder rebelde fue absuelto, otro entregado a la corte y se ha emitido una orden de arresto contra un tercero. Jean Pierre Bemba , ex vicepresidente de la RDC, está siendo juzgado por crímenes cometidos en la República Centroafricana. En Uganda el TPI reclama a Joseph Kony y otros mandos de la rebelión del LRA. GARA