El ciclón Phailin entró ayer en la costa oriental de la India, donde las autoridades evacuaron a más de 500.000 personas que habitan las zonas más sensibles. La tormenta entró en tierra con unos vientos ligeramente superiores a 200 kilómetros por hora y fuertes lluvias hacia las 21.00 locales (15.30 GMT) en la población de Gopalpur, en el estado de Orissa, y después se trasladó a otros puntos de la costa.

Poco después el diario «The Hindustan Times» ya daba cuenta de al menos seis personas muertas y 18 desaparecidas. Cuatro de las seis víctimas mortales fallecieron por la caída de árboles mientras una quinta murió cuando se le desplomó encima su casa.

El primer ministro, Manmohan Singh, ordenó un despliegue de emergencia como no se ha visto en 14 años. Las autoridades esperan que con esta operación puedan reducir el número de víctimas al mínimo. El ministro del Interior, Sushil Kumar Shinde, informó de que el Gobierno ha preparado 18 helicópteros, 12 aviones y dos barcos para esfuerzos de rescate.

Casi 300 equipos médicos del Ejército, ingenieros y grupos de rescate se desplazaron a las zonas con mayor riesgo de Orissa.

También se ha suspendido el servicio ferroviario y los vuelos entre algunas ciudades importantes de la costa este del país asiático.

Ambos estados ya estaban siendo azotados por vientos que llegaban a romper árboles varias horas antes de que el ciclón alcanzara sus costas.

En los dos estados amenazados muchos habitantes se han refugiado en campamentos precarios. Los cultivos, en esta región muy dependiente de la agricultura, podría quedar devastados, según advirtió el director general de los servicios meteorológicos.

Seis horas

Las zonas que recibirán un daño máximo se encuentran en la franja de 150 kilómetros entre Kalingaptam y Paradip. El ojo del huracán tiene un diámetro de 15 kilómetros y la intensidad del fenómeno se mantendrá hasta esta mañana, según informó el servicio meteorológico a NDTV. Ademàs una marea de más de tres metros amenazaba con indundar las zonas costeras.

Se esperaba que la intensidad de Phailin disminuyera al cabo de seis horas para convertirse en una tormenta convencional con velocidades del viento de 70-80 kilómetros por hora.

En Gopalpur, en la costa, mujeres y niños fueron los primeros en ponerse a cubierto en escuelas, refugios de emergencia y edificios públicos. «Temo a este Phailin, Es como si llegara el fin del mundo», afirmaba Apurva Abhijeeta, en Puri, a 70 kilómetros de la capital del Estado, Bhubaneswar. Los mercados y los caminos aparecían desiertos en Bhubaneswar y Cuttack debido a que el miedo hizo quedarse a sus habitantes en sus casas. Poco antes del cierre del aeropuerto, el último avión tuvo que remontar vuelo dos veces antes de poder aterrizar por el fuerte viento y las lluvias torrenciales.

Uno de los mayores ciclones de la historia de India provocó la pérdida de cerca de 10.000 vidas en el estado de Orissa en 1999.