Un terremoto de 7,2 grados, el más intenso de los últimos 20 años, sacude Filipinas
Al menos 87 personas murieron y 167 resultaron heridas en el terremoto de 7,2 grados en la escala de Ritcher que sacudió la región de Bisayas, en el centro de Filipinas. El fuerte temblor causó además graves daños en las infraestructuras, monumentos y atracciones turísticas.
GARA | MANILA
Al menos 87 personas murieron y 167 resultaron heridas por el terremoto de 7,2 grados de magnitud que sacudió ayer la región de Bisayas Centrales, en Filipinas. Según el balance provisional ofrecido por el director de la Policía, Danilo Constantino, en la isla de Bohol, epicentro del seísmo, fallecieron 77 personas y otras 10 en las de Cebu y Siquijor. Las provincias de Cebu y Bohol son algunos de los destinos turísticos más populares de Filipinas debido a sus playas de arena blanca y agua cristalina.
El seísmo se produjo a las 8,12 (hora local) y su epicentro se situó en la localidad de Carmen a unos cinco kilómetros al este de Balilihan, en la región de Bohol, y a 20 kilómetros de profundidad, precisó el Instituto Geofísico de Estados Unidos (USGS). Le siguieron 241 réplicas.
«Un terremoto de 7 de magnitud libera una energía equivalente a 32 bombas atómicas de Hiroshima», explicó en rueda de prensa el director de la Agencia Estatal de Sismología, Renato Solidum. «Por comparar, el terremoto de 2010 en Haití tuvo una magnitud 7 y éste ha sido de una magnitud ligeramente superior, 7,2», añadió.
El fuerte temblor dejó importantes daños en las infraestructuras, tanto en hospitales, como en carreteras, puentes, edificios oficiales y en varios monumentos. Hasta 14 puentes sufrieron daños considerables, según informó el ministro de Obras Públicas y Autopistas, Rogelio Singson. Asimismo, más de 10 iglesias históricas se vieron afectadas, entre ellas la Basílica Menor del Santo Niño, en Cebú, considerada como el monumento más antiguo de la Iglesia católica en el país.
Tanto Cebu como la Isla de Bohol declararon el estado de calamidad de las dos zonas.
«Estaba durmiendo profundamente cuando mi cama comenzó a moverse. Estaba aterrorizada y me escondí bajo ella», relató a AFP Janet Maribao, de 33 años, residente en Cebu.
Se registraron también varios muertos en el derrumbe de un mercado y un niño murió pisoteado por la multitud que intentaba huir de un edificio, dijo el gobernador Hilario Davide, a lacadena ABS-CBN.
El Hospital de Cebu, a unos 40 kilómetros al norte de Bohol, sufrió daños considerables en su segunda planta, derrumbándose de manera parcial, mientras en el quinto piso se declaró un incendio por lo que varios pacientes fueron evacuados.
Las autoridades decretaron la suspensión de las clases en todos los colegios de Cebu Bohol, Siquijor, Iloilo y Dumaguete para dar margen a los ingenieros a que inspeccionen los centros y garantizar que son seguros. Ayer, no hubo clases al ser día festivo en Filipinas.
Varios aeropuertos de la región, como el de Cebu y Tagbilaran, también cancelaron todos los vuelos, según la Cruz Roja.
Con 2,5 millones de habitantes, Cebu es el centro económico, político, cultural y universitario del archipiélago. Su puerto y aeropuerto son los más grandes del país, después de Manila.
Por su parte, La Guarda Costera suspendió el tráfico marítimo entre Bohol y Cebu, aunque el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacífico, situado en Hawai, descartó la alerta de tsunami.
El presidente filipino, Benigno Aquino, visitará hoy la zona siniestrada. En declaraciones a los medios, admitió que «la mayoría de las infraestructuras estaban obsoletas».
Zona sísmica
El archipiélago de Filipinas está ubicado en el Anillo de Fuego del Pacífico, una cadena de islas en la que se registra una intensa actividad sísmica y volcánica.
En febrero del año pasado, más de 100 personas perecieron tras un terremoto en la isla de Negros, a un centenar de kilómetros del epicentro del terremoto del martes.
El desastre natural más mortal registrado en Filipinas se produjo en 1976, cuando un tsunami provocado por un terremoto de 7,9 grados devastó el golfo Moro, en la isla meridional de Mindanao. Entre 5.000 y 8.000 personas murieron, según estimaciones oficiales.
El seísmo provocó varios deslizamientos de tierra y causó importantes daños en las infraestructuras de la zona, tanto en hospitales, como en carreteras, puentes, edificios oficiales y en varios monumentos.
Un total de 441.709 familias se vieron afectadas por el seísmo. El Consejo Nacional de Gestión y Reducción de Desastres pidió con urgencia comida preparada y agua. En Bohol se instalaron 13 centros de acogida con la capacidad para 9.000 personas, aunque en esa zona afectó a más de 102.000 familias.