En los partidos del Barcelona de esta Liga van a ser noticia algunas de las cosas que sucedan, pero también otras que no pasen, o al menos así lo parece. Que gane, y además por diferencias notables, ya no es noticia, y Anaitasuna no fue la excepción.

Xavi Pascual volvió a dar descanso a Rutenka, y también a los dos extremos titulares, Juanín y Tomás, reservándolos para la visita al PSG parisino el próximo domingo en Champions. Aitor Etxaburu hizo lo propio con su máximo goleador Nadoveza, para evitar riesgos innecesarios.

Y algo que parece que pasa es que los rivales del Barça están renunciando a defender, al menos al máximo, o eso se deduce del bajo nivel de exclusiones que están recibiendo todos. En los 7 partidos disputados hasta ahora, solo el Granollers estuvo por encima de su nivel de «agresividad» habitual, y sin exagerar. Es lógico, era el derbi catalán, derbi por excelencia de la máxima categoría, que se lleva jugando cada temporada desde hace más de 50 años. Anaitasuna estuvo cerca de su media (3'57), y los demás han visto menos de la mitad de las habituales. ¿Para qué?, habrán pensado.

Ayer el Barcelona se escapó enseguida y llegó a tener 8 goles de ventaja en la primera mitad, y hasta 12 en la segunda. Etxaburu repartió minutos entre los dos porteros y diez jugadores marcaron, incluyendo al pivote juvenil Antonio Bazán, que así estrenaba su casillero con el primer equipo. Por el Barça Pascual daba minutos al lateral izquierdo checo de 19 años y 209 centímetros Michal Kasal -que juega en el filial de la División de Honor Plata y es un proyecto similar al de Nagy en su tiempo-, y sumaba su victoria número 600 en la Liga Asobal, con Ademar León siguiéndole de lejos (378).